El 28 de agosto, el equipo creador del monedero Safe presentó ERC-7955, una propuesta técnica para Ethereum que busca modificar aspectos claves del ecosistema mediante un estándar innovador con importantes implicancias.
Este estándar pretende eliminar la dependencia de llaves privadas en el despliegue de contratos inteligentes, lo cual podría transformar profundamente la configuración de aplicaciones sobre Ethereum y extenderse hacia diversas redes blockchain compatibles.
¿Cuál es la propuesta de Safe?
La iniciativa de Safe busca introducir con ERC-7955 un sistema de cuentas abstractas con permisos configurables, permitiendo a los usuarios definir qué entidades ejecutan transacciones sin depender exclusivamente de claves privadas vulnerables.
Las claves privadas representan un punto crítico de vulnerabilidad, ya que si se pierden o son robadas, los activos quedan comprometidos; ERC-7955 busca reemplazar ese esquema tradicional mediante un modelo configurable.
El desarrollo surge para enfrentar un desafío dentro de la infraestructura de Safe: la actual dependencia de un actor autorizado que debe crear y mantener su contrato base denominado Singleton Factory.
Este contrato Singleton Factory actúa como una plantilla fundamental para desplegar wallets multifirma, permitiendo que múltiples usuarios custodien activos digitales de manera compartida y con autorización distribuida, reforzando la seguridad general.
En lugar de reescribir código constantemente, Singleton Factory ofrece un modelo replicable que genera instancias idénticas de contratos Safe en diversas redes blockchain, agilizando despliegues y optimizando recursos tecnológicos.
¿Qué cambios introduce ERC-7955?
Hasta el momento, el funcionamiento de Safe estaba condicionado por la dependencia de una clave privada concreta que controlaba el Singleton Factory, lo que exponía al sistema a riesgos vinculados con centralización y eventuales fallas operativas.
En diversos casos, explicaron, la implementación de wallets multisig resultaba interrumpida por errores en la estimación de gas, es decir, el monto que deben abonar los usuarios para ejecutar transacciones dentro de Ethereum.
Un cálculo incorrecto de ese valor generaba fallas en las transacciones, impidiendo que la infraestructura de Safe pudiera ampliarse hacia nuevas redes, afectando la interoperabilidad y la capacidad de expansión que buscaba la compañía.
La propuesta ERC-7955 introduce un esquema completamente permissionless (sin requerir permisos), lo cual significa que estará abierto a cualquier usuario o desarrollador, eliminando la necesidad de depender de una clave autorizada para ponerlo en funcionamiento.
El sistema se apoya en dos recursos clave de Ethereum: el opcode CREATE2, que predice direcciones de contratos futuros, y la mejora EIP-7702, incorporada en Pectra, que permite wallets inteligentes con funciones de automatización financiera.
Según explicó el equipo, el diseño emplea un contrato de arranque, encargado de habilitar un contrato determinista conocido como factory contract, cuya dirección será predecible y constante en cualquier blockchain compatible con esta metodología.
Safe asegura que, gracias a este nuevo estándar, la creación de la factory dejará de depender de una autoridad central o de la posesión de una clave privada específica controlada únicamente por la empresa.
De esta forma, cualquier red podrá tener una dirección única y previsible para ese contrato, facilitando la interoperabilidad y permitiendo que cualquier usuario inicie su despliegue, eliminando puntos únicos de fallo y descentralizando responsabilidades.
Limitaciones y beneficios detrás de la propuesta de Safe
La propuesta impulsada por Safe busca mejorar el proceso de despliegue en Ethereum, ofreciendo un entorno más robusto y confiable, que otorgue mayor estabilidad tanto a desarrolladores como a usuarios de aplicaciones descentralizadas.
Entre los beneficios que ofrece esta actualización se destacan:
- Despliegue más seguro y resistente a fallas en comparación con los mecanismos anteriores.
- Recuperación de despliegues fallidos mediante repetición sin invalidar la dirección prevista del contrato.
- Flexibilidad mejorada en parámetros clave como el consumo de gas.
- Posibilidad de desplegar contratos en diferentes redes sin obstáculos técnicos ni dependencias centrales.
- Infraestructura más estable y menos vulnerable a errores operativos para usuarios de wallets basadas en Safe.
Sin embargo, la propuesta enfrenta algunas limitaciones importantes que conviene considerar:
- Adopción limitada de EIP-7702, lo que restringe el alcance de la propuesta.
- Riesgo de phishing asociado a la implementación reciente de EIP-7702.
- Necesidad de auditorías adicionales por la eliminación de claves privadas.
- Persistencia de dudas sobre garantías contra accesos no autorizados.
El proyecto de Safe representa un paso ambicioso hacia una infraestructura descentralizada más eficiente, aunque su éxito dependerá de la integración de EIP-7702 y del consenso sobre cómo abordar riesgos de seguridad emergentes.