En el mundo de los tokens no-fungibles (NFT), Ethereum continúa al frente del ecosistema.
Con más de u$s46.000 millones en ventas genuinas, aún considerando los 34.600 millones asociados a operaciones falsas o manipuladas que inflan artificialmente el mercado -o wash trading-, todavía se mantiene como la red principal para este mercado.
Su liderazgo refleja la preferencia de creadores e inversores por la liquidez y la amplitud de su plataforma.
Luego, por detrás, sigue Solana, que suma 6.430 millones en operaciones reales, consolidando su rol como alternativa gracias a su velocidad y bajas comisiones.
Bitcoin, en tanto, sorprende con 5.560 millones, casi todos logrados en los últimos dos años, una señal del ingreso demorado pero con fuerza de los NFT en la primera blockchain.
El escenario es claro: cada red aporta comunidades y estilos propios, lo que configura un mercado diverso, dinámico y en expansión.
Ethereum lidera las ventas de NFT, incluso en medio de la caída
La época de volúmenes extraordinarios impulsados por la especulación parece haber quedado en el pasado.
Actualmente los NFT buscan crecer a través de aplicaciones concretas, que incluyen desde videojuegos y credenciales digitales hasta entradas tokenizadas o arte institucional.
Un ejemplo de esta tendenncia es Axie Infinity en la red Ronin, que movió u$s4.290 millones prácticamente sin wash trading, demostrando que es posible un modelo más sólido y sostenible.
De cara a 2025, igualar los niveles de 2024 requerirá un repunte importante y volver al récord de 2022 se ve poco probable.
El desafío principal ya no pasa por los volúmenes de ventas, sino por lograr que los NFT ganen legitimidad y se inserten en la economía digital.
El futuro inmediato mostrará si logran consolidarse como una pieza central del Web3.
Lo cierto es que, más allá de la caída de ether y la volatilidad del sector, los NFT todavía tienen mucho potencial.