América Latina observó cómo las criptomonedas dejaron de ser vistas solo como un instrumento de inversión en los últimos años para transformarse en un recurso financiero útil en la vida cotidiana.
Factores como la inflación elevada, la inestabilidad de las monedas locales y el acceso limitado a servicios bancarios tradicionales impulsaron esta adopción acelerada.
En países como Brasil, México, Argentina y Venezuela, las criptomonedas se utilizan para:
Las stablecoins, especialmente aquellas vinculadas al dólar estadounidense, lograron convertirse en la opción preferida por los usuarios.
Según un informe reciente de Dune, estos tokens dominan el mercado local: más de 90% del volumen de transferencias en exchanges en julio de 2025 provino de USDT y USDC, frente al 60% en 2022.
En la Argentina, por ejemplo, el 72% de las compras de cripto en 2024 correspondieron a stablecoins, mientras que Bitcoin representó apenas el 8%.
El estudio destaca que las stablecoins facilitan pagos y remesas y también protegen el ahorro frente a la inflación.
Un reporte de Fireblocks de 2025 precisó que el 71% de los encuestados las usan para pagos transfronterizos y todos los participantes implementan estrategias vinculadas a estos tokens.
Además de las monedas con paridad en dólares, se observa un crecimiento de stablecoins vinculadas a monedas locales, como el real brasileño (BRL) o el peso mexicano (MXN), cada vez más utilizadas en pagos domésticos y comercio digital.
Estos activos le evitan a empresas y personas costos elevados en transacciones internacionales y les brindan la posibilidad de preservar el poder adquisitivo, convirtiéndose en una alternativa práctica frente a los sistemas bancarios tradicionales.
Las exchanges centralizadas (CEX) son el principal canal de acceso a las criptomonedas en la región.
En 2024, estas plataformas concentraron casi el 69% del volumen total de activos digitales, cifras comparables a Norteamérica.
La adopción de aplicaciones móviles de criptomonedas también se disparó, duplicando descargas en el segundo trimestre de 2024.
Plataformas como ZKP2P, PayDece y Capa facilitan la conversión entre monedas locales y cripto, procesando volúmenes importantes, mientras que otras como Picnic, Exa y BlindPay funcionan como neobancos cripto-nativos, y combinan pagos diarios, ahorro con rendimientos y stablecoins.
Estas soluciones tienen tracción especialmente entre personas jóvenes y no bancarizadas.