Moody’s proyecta que la inflación en Argentina alcanzará un 40,8% en 2025, cifra que supera ampliamente las expectativas del Relevamiento de Expectativas de Mercado (27,3%) y del Fondo Monetario Internacional (entre 20% y 25%).

Según el informe Perspectiva para América Latina: enfrentando vientos en contra, la calificadora destaca que, pese a los desafíos, el programa de estabilización del país ha logrado reducir la inflación desde fines de 2024 y fortalecer el crédito.

La economía, de acuerdo con Moody’s, continuará recuperándose en los próximos años, con un crecimiento previsto del 5,2% para 2025 y del 3,5% en 2026 y 2027.

Por otro lado, se espera que la tasa de interés cierre 2025 en torno al 30,5% y que el desempleo se ubique en 7,3%. Las cuentas fiscales mostrarían un superávit del 1,5% del PBI este año, mientras que el déficit en cuenta corriente podría situarse cerca del 2%.

¿Es polémica la predicción de Moody’s ?

En diálogo con iProUP, el economista del observatorio OPEN, Federico Machado, asegura que la proyección de Moody’s está bastante distanciada tanto de la proyección de consultoras como de organismos internacionales y el mercado.

"Supone de aquí a fin de año una inflación mensual en torno al 3,8% (superior al máximo anual que se dió en marzo). El único escenario donde esto podría pasar es en una corrida contra las letras en pesos del Gobierno que ponga en crisis el plan económico y se rompa el esquema cambiario. Un escenario de rebote inflacionario muy improbable".

Sin embargo, Machado advierte que si la inflación se mantuviera en torno al 40%, en un contexto donde los salarios crecen apenas entre 1% y 2%, "impactaría de manera muy grave, haciendo retroceder el poder adquisitivo a los mínimos de marzo-abril del 2024, con la crisis política que eso conllevaría".

El economista agrega que quienes mejor pueden defender su poder adquisitivo son aquellos que pueden ahorrar en moneda extranjera o cuentan con gremios fuertes que les permitan renegociar paritarias.

"Por esta razón, normalmente los más perjudicados son trabajadores informales y jubilados", concluye.

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