Los banqueros centrales participan esta semana de la reunión anual de Jackson Hole, y la mirada de los mercados se encuentra puesta sobre Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED).

Los expertos aguardan señales sobre un posible recorte de tasas en la reunión de septiembre, medida con la que especulan desde principios de año.

No obstante, la combinación de dos factores como la guerra comercial y recientes presiones inflacionarias retrasarían cualquier decisión de política monetaria.

La inflación de julio en EE.UU. se ubicó en 2,7% interanual, cifra que se ubicó en línea con lo esperado, mientras que la inflación core sorprendió al alza con 3,1%, y generó atención en los inversores. Por su parte, la inflación al productor también superó las estimaciones.

En cuanto al empleo, en julio se crearon 73.000 nuevos puestos de trabajo no agrícola, cifra que se ubicó por debajo de los 110.000 previstos, y la cifra de junio se revisó de 145.000 a apenas 14.000 empleos.

Estos datos muestran señales mixtas:

Qué opinaron los expertos sobre la posible decisión de la FED

Analistas de Don Capital explicaron que algunos indicadores podrían postergar la baja de tasas y deslizaron que el mandato dual busca de la Fed estabilidad de precios y máximo nivel de empleo

Y agregaron: "A pesar de las condiciones financieras restrictivas, la inflación subyacente se encuentra en torno al nivel actual desde febrero de 2024 (17 meses), por encima de la meta de 2,0%.En lo que respecta al empleo, comienza a emerger como una preocupación."

Actualmente, el mercado asigna 83% de probabilidades a un recorte de 25 puntos básicos en septiembre, situando la tasa entre 4% y 4,25%.

Para octubre se prevé que se mantenga sin cambios, mientras que en diciembre podría concretarse un segundo recorte de 25 puntos básicos. Para 2026, se esperan tres recortes en total.

Nicolás Kohn, analista de Balanz, coincidió en que ciertos datos inflacionarios modificaron las expectativas y planteó un escenario con un recorte de 25pbs en septiembre y otro en diciembre:

"Esperamos que Powell, en su discurso del viernes en Jackson Hole, convalide una postura dependiente de los datos para ejecutar el recorte en septiembre", resaltó.

Falta de consenso en la Fed

En la última reunión, la Fed mantuvo la tasa en 4,25%-4,5%, pero con el menor nivel de consenso desde los años 90. Esta división persiste entre los distintos presidentes regionales.

Alberto Musalem, de St. Louis, deslizó que todavía es pronto para decidir su voto en septiembre y adelantó que un recorte de 50pbs no reflejaría las condiciones actuales.

Además, destacó la tensión entre inflación persistente y la desaceleración del empleo, con un desempleo en 4,2%.

Mary Daly, de San Francisco, advirtió que un recorte de 50pbs podría enviar señales erróneas al mercado.

Diego Martínez Burzaco, de Inviu, recordó que los últimos datos sugieren un posible "wait and see" de la FED hasta último momento:

"Serán importantes las señales que dé Jerome Powell; la Reserva Federal esperará hasta último momento con los datos de actividad y último dato de inflación antes de avanzar un recorte".

Cómo impacta la decisión de la FED en la Argentina

Las decisiones de la Reserva Federal estadounidense afectan a los bonos del Tesoro estadounidense, que sirven de referencia para la renta fija global, incluida la deuda argentina.

Sin embargo, los analistas coinciden en que los factores locales hoy pesan más sobre los bonos nacionales.

En ese sentido, Damián Vlassich, de IOL, anticipó que un escenario más flexible de la FED beneficiaría a mercados emergentes:

"Entendemos que, actualmente, las elecciones en primera instancia, y luego el éxito de la continuidad del programa económico con el ancla fiscal y el sendero de inflación bajista como principales ejes, son los factores que principalmente impulsarían las valuaciones de los soberanos", explicó.

Desde Don Capital destacó que lo externo puede mejorar el clima de negocios, pero lo clave será el resultado electoral y la capacidad de avanzar en reformas estructurales:

"Dado los elevados plazos de vencimiento de la deuda soberana, se espera un aumento en el precio de los bonos y una compresión de la curva soberana."

Kohn apuntó que los dos recortes previstos ya están incorporados en el mercado, por lo que el impacto en la renta fija argentina podría ser limitado:

"Nuestra expectativa es que la dinámica de la acumulación de reservas mejore post elecciones. De esta manera, seguimos prefiriendo el GD41, para apostar a un escenario de acceso a mercado en 2026", agregó.

Bonos argentinos en medio de la volatilidad

Desde el fin del cepo en abril, los bonos en dólares se mantuvieron estables pese a la alta volatilidad local, con ganancias promedio:

Las tasas actuales van de 10,6% en GD29 a 11,1% en GD30, mientras que bonos largos como GD41 y GD46 rinden entre 10,8% y 11,1%.

Los analistas destacaron que el calendario electoral será un factor clave y que la acumulación de reservas y la política del Banco Central siguen siendo determinantes para los mercados.

En este marco, desde Facimex Valores recomendaron exposición en soberanos, con preferencia por GD41 y GD35.

"En nuestro escenario base, la Argentina recuperará el acceso al mercado hacia fin de año; y distintas métricas relativas a la deuda sugieren que ya estamos en niveles de apalancamiento consistentes con eso", apuntaron.

"Para ello, se necesitaría un riesgo país en torno a 550pbs, aunque no descartamos que los spreads de argentina puedan converger al EMHY (363pbs), escenario que favorecería particularmente a bonos largos como GD41 y GD35 por su mayor duration y alta convexidad", completaron.

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