Otro día de números rojos en el panel cripto: Bitcoin atraviesa una corrección que despertó intranquilidad en la comunidad. Después de tocar un máximo histórico de u$s124.500 la semana pasada, la principal divisa virtual retrocedió hasta la zona de u$s113.700, acumulando una baja superior al 8% en cinco días.
La baja coincidió con la expectativa por el simposio de Jackson Hole de la Reserva Federal de EE UU, en la que los mercados esperan definiciones sobre tasas de interés.
A pesar del mal clima de corto plazo, analistas consultados por iProUP remarcan que el escenario de fondo sigue siendo constructivo y que la volatilidad actual puede abrir espacio para un nuevo rally.
Señales on-chain: ballenas y zonas de acumulación
El analista Matías Castillo afirma a iProUP que una métrica clave como el Exchange Whale Ratio se acerca a niveles históricamente asociados con suelos locales: se ubica en 0,48, muy cerca del umbral de 0,50 que anticipó repuntes posteriores.
"Cada vez que este ratio probó la zona de 0,50, Bitcoin consolidó y luego retomó la tendencia alcista", señala el experto. Este indicador mide el flujo de BTC hacia exchanges proveniente de las 10 operaciones más grandes, por lo que sugiere que las ballenas están preparando terreno para movimientos de magnitud.
Además, el mapa de calor de liquidaciones de Coinglass muestra concentraciones de liquidez en torno a u$s120.000. "Estos niveles suelen funcionar como imanes de precio, dado que los traders buscan explotar esas zonas de liquidez, reforzando la hipótesis de un rebote en el corto plazo", agrega Castillo.
El analista de mercados Iván Bolé asegura iProUP que mientras la tendencia macro se mantiene positiva, el corto plazo exige cautela. "Estamos en plena corrección, con posible caída hacia u$s110.500. Si no recupera u$s114.550 en la vela diaria, tendremos más bajas", subraya.
Bolé remarca que la estacionalidad juega un papel clave y recuerda que históricamente el mes actual suele ser el más flojo del año para Bitcoin.
Sobre el soporte inmediato, amplía que "hay algo de contención entre u$s113.500 y u$s113.300, pero es discreto".
"Todos los ojos están puestos en el mínimo anterior del 3 de agosto, en la zona de u$s112.000. Parece el juego de la Oca: vuelta al inicio de agosto, lo que puede ser frustrante pero compatible con la estacionalidad".
Según Bolé, todo hace pensar que "quienes vendieron con miedo fueron los minoristas, tenedores de corto plazo".
"Si las ballenas llenan sus bolsillos en este contexto, generarán el argumento para la siguiente pata alcista, aunque pueden esperar a Bitcoin algo más abajo, incluso en torno a u$s110.500, donde pasa la media móvil exponencial de 100 días", advierte.
Lo que viene: corrección estacional y rally posterior
Los analistas coinciden en que, mientras no se rompa con claridad la zona de u$s109.500-u$s110.500, el escenario de largo plazo sigue siendo alcista. "En principio, todo indicaría que mientras no perdamos ese nivel, podemos aspirar a máximos más altos este año", indica Bolé.
El experto incluso sugiere que la abrupta suba previa puede haber sido un bull trap, pero no descarta un último impulso antes de una corrección mayor en 2026: "Capaz esa sea la gran caída, el fin de todo un ciclo alcista".
"Por ahora, el mercado deberá convivir con la volatilidad. Igualmente, sigo viendo un cierre de año más cerca de los u$s200.000 que de los u$s100.000", concluye Castillo.
Bolé también cierra su análisis: "Hasta no recuperar u$s114.550, la idea es que queda más caída en puerta. Hay que verlo con mente abierta y flexible: este ida y vuelta dejó impreso el ATH de u$s124.500 en pleno agosto. La estacionalidad hay que tomarla con pinzas: pesa, pero no es la explicación infalible".
Los planteos formulados por los entrevistados van en una dirección en la que el mercado asimila que la actual debilidad puede ser el preludio de la próxima etapa alcista de Bitcoin. La clave estará en cómo reaccione en torno a los soportes inmediatos y si las ballenas confirman el giro hacia la acumulación.