El mercado cripto tuvo un jueves complicado, con un fuerte cambio de rumbo. Justo después de registrar máximos históricos, Bitcoin (BTC) perforó los u$s117.000 en medio de una brutal toma de ganancias forzada por dos factores: datos de inflación mayorista en EE.UU. muy por encima de lo previsto y un mensaje bajista desde el Tesoro norteamericano.
Según Coinmarketcap, la capitalización total del mercado descendió 4% en apenas 24 horas, cayendo desde el récord de u$s4,2 billones alcanzado el miércoles. BTC, que llegó a superar los u$s124.000, retrocedió casi 3% antes de una leve recuperación, mientras que altcoins como Dogecoin (DOGE) sufrieron pérdidas de hasta 6%.
El dato que encendió las alarmas
El Índice de Precios al Productor (PPI) de julio sorprendió a propios y extraños al marcar un aumento mensual del 0,9%, muy por encima del 0,2% proyectado.
En términos anuales, la inflación mayorista alcanzó 3,3% frente al 2,5% esperado, su mayor salto desde febrero. La lectura subyacente, que excluye alimentos y energía, también superó ampliamente las previsiones, con un incremento de 0,9% mensual y 3,7% anual.
"Son datos que refuerzan la percepción de que la Reserva Federal puede mantener las tasas de interés en niveles elevados por más tiempo, reduciendo la probabilidad de un recorte en septiembre del 100% al 96%", comenta a iProUP el economista Luis Robledo.
Como ya es ley entre los activos virtuales, un recorte de tipos de interés sirve de combustible para los activos de riesgo, como las criptomonedas, ya que pierden atractivo los instrumentos conservadores como los bonos del Tesoro.
Las claves del 'jueves negro' cripto y lo que viene para Bitcoin
En paralelo, el dólar se fortaleció, los futuros bursátiles cayeron 0,5% y el rendimiento del bono a 10 años trepó al 4,25%, reflejando el ajuste de expectativas en mercados tradicionales.
Un baldazo de agua fría a las expectativas sobre compras de BTC
A la presión macroeconómica se sumó un factor político: el secretario del Tesoro, Scott Bessent, descartó que el gobierno de Estados Unidos adquiera Bitcoin para expandir la reserva estratégica creada en marzo por orden de Donald Trump.
El analista Iván Bolé asegura a iProUP que "Washington finalmente aclaró que lo evidente: no va a comprar Bitcoin, sino dejar de venderlo cuando lo tenga" a partir del secuestro de criptomonedas fruto de ilícitos.
Actualmente, EE.UU. posee entre u$s15.000 y u$s20.000 millones en este activo (198.022 BTC), cifra que lo ubica como uno de los mayores tenedores institucionales del mundo.
La aclaración contradice las expectativas generadas por un decreto presidencial que sugería explorar mecanismos "presupuestariamente neutrales" para aumentar la reserva y enfría las especulaciones sobre compras masivas que podrían haber impulsado aún más la demanda.
"Desde principios de año veníamos hablando de un ATH en torno de u$s125.000 hacia la segunda mitad de año", subraya Bolé. Indica que "Bitcoin tocó u$s124.500: los bajistas (bears) más los tenedores gordos de ganancias pusieron sus ventas. Nadie espera a un nivel icónico para poner su orden. Si el target es u$s125.000, se van a bajar antes".
Impacto inmediato en el mercado y lo que viene en precios
La combinación de un PPI al alza y la postura restrictiva del Tesoro cortaron con la dulzura de un mercado que, horas antes, celebraba que BTC superara la capitalización de Google.
En las últimas 24 horas, 219.717 traders fueron liquidados por un total de u$s1.050 millones, según Coinglass. A pesar de la corrección, BTC se mantiene en una zona históricamente elevada y no pocos analistas prevén que podría rebotar a u$s115.000 antes de intentar un nuevo máximo con objetivo en u$s125.000.
Por ahora, el clima es de alta volatilidad. Los próximos movimientos dependerán tanto de la evolución de los datos macroeconómicos como de la narrativa política en torno a las medidas cripto de Estados Unidos.
¿Qué sigue? Para Bolé, es tiempo de tener "paciencia, observación y, ¿por qué no?, comprar algo de Bitcoin, quienes compartan la visión alcista de medio y largo plazo". No es el único que divisa una gran oportunidad para los inversores.
En diálogo con iProUP, Sebastián Serrano, CEO y cofundador de Ripio, no duda en dejar su mirada optimista: "Bitcoin sigue mostrando indicadores que confirman la tendencia alcista y los precios del ATH están por encima de todas las medias móviles claves a 7, 30 y 200 días".
"Actualmente, las proyecciones de los traders marcan niveles de resistencia en los u$s130.000 y u$s135.000, así como un soporte actualizado cerca de los u$s116.980", añade.
Julián Colombo, director de Bitso Argentina, afirma a iProUP que "es común que, luego de un rally fuerte, el mercado experimente una corrección saludable".
"Este retroceso no necesariamente marca un cambio de tendencia, sino una pausa que puede dar lugar a una nueva etapa de consolidación o impulso, según cómo evolucionen los factores económicos y el interés institucional", completa.
Bitcoin recupera protagonismo en Argentina
Mientras todo lo anterior ocurría, se conocieron datos relacionados con la adopción cada vez mayor de Bitcoin de usuarios argentinos. En el último año, la composición de las billeteras digitales en el país mostró un giro a favor de BTC, que pasó de representar el 49% del total en 2024 al 55% actual. Le siguen:
- Dólares cripto (USDT y USDC) con un 19% (antes 16%)
- Ether: 9%
- XRP: 8%
"En 2024 vimos una reducción de Bitcoin en las carteras, en parte por los récords que permitieron a inversores tomar ganancias para reinvertirlas en altcoins. Este año, observamos que su peso volvió a crecer. La expectativa de nuevos máximos históricos para lo que resta del año impulsa a mantenerla en cartera", señala Colombo.
Y remarca que "estos picos refuerzan su rol como activo de reserva de valor, lo que se refleja en el interés institucional y en el desarrollo de productos como los fondos cotizados".
El estudio también revela que en Argentina predominan las operaciones con pares USDT/peso (62%) y USDC/peso (7%), principalmente entre usuarios que realizan arbitraje, en su mayoría hombres.
En segundo lugar, aparecen los cruces peso-real brasileño, donde el 54% del volumen operado corresponde a mujeres, un fenómeno que podría estar vinculado a la dinámica de transacciones entre familias y residentes de ambos países.