Chainlink Reserve es el nombre de una nueva iniciativa de la red descentralizada Chainlink destinada a acumular tokens nativos llamados LINK a partir de sus ingresos tanto on-chain como off-chain.
El nuevo proyecto utilizará tanto sus ingresos dentro de la cadena como los ingresos empresariales fuera de la cadena para acumular sus reservas.
A través de esta estrategia de tesorería, el proyecto busca vincular su crecimiento operativo con la demanda de su token nativo, algo que podría traducirse en una presión alcista sobre su precio a mediano y largo plazo.
Según detalló el equipo de desarrollo, los ingresos empresariales fuera de la cadena, como comisiones por servicios de datos y mantenimiento, serán utilizados para comprar LINK.
De la misma manera, se van a poder usar los ingresos obtenidos dentro de la cadena, como comisiones de uso y repartos de ingresos.
Todo este proceso se canaliza mediante el sistema de Abstracción de Pagos de Chainlink, que permite convertir los ingresos en tokens LINK.
Cómo funciona Chainlink Reserve, la nueva iniciativa de Chainlink
Estos tokens se almacenan en un contrato inteligente implementado en Ethereum, llamado Chainlink Reserve, que ya acumula más de u$s1,2 millones en LINK desde su etapa inicial.
Al estar implementada en la blockchain, la reserva es totalmente transparente y auditable, y puede ser consultada públicamente a través de Etherscan, el explorador de bloques para la red Ethereum.
A diferencia de otras empresas cripto cómo Strategy o Metaplanet, que mantienen reservas estratégicas de BTC para dar exposición a los inversores,Chainlink no es una empresa pública.
En cambio, el objetivo de esta estrategia es fortalecer el ecosistema del token, al generar una conexión directa entre el crecimiento financiero del proyecto y el aumento en la demanda de LINK.
A medida que aumentan los ingresos de Chainlink, también lo hace la necesidad de adquirir más LINK para alimentar su reserva, lo que puede reducir la oferta circulante y presionar el precio del token al alza.
Esta estrategia posiciona a LINK como un activo estratégico de acumulación por parte del propio protocolo.
En un contexto donde los proyectos buscan nuevas formas de incentivar la adopción y sostener el valor de sus activos, la creación de una reserva institucionalizada en tokens nativos representa una táctica innovadora con posibles efectos de largo plazo.