En un contexto económico incierto, muchas personas recurren a las tarjetas de crédito para financiar consumos, aprovechar cuotas o acceder a beneficios. Pero esta estrategia puede jugar en contra: si no se administra bien, el costo de mantener varias tarjetas puede superar los beneficios.
Sobre esto habló el economista Damián Di Pace en Arriba Argentinos, donde explicó que conviene analizar si realmente vale la pena tener cada tarjeta. "El cálculo que tenés que hacer es el siguiente: ¿cuánto estoy utilizando la tarjeta, accediendo a ofertas, descuentos, promociones, para que me sea redituable respecto del costo de mantenimiento y tasa que estoy pagando?", indicó.
Además, recomendó ingresar al sitio del Banco Central, donde es posible consultar el listado completo de tarjetas de crédito y comparar tasas de interés, costos y servicios.
También advirtió que los bancos están ofreciendo más plásticos debido a un cambio en el negocio financiero. "Están ofreciendo más tarjetas de crédito porque ya no le pueden prestar más al Estado", aseguró.
Por eso, el consejo de Damián es claro: revisar qué uso se les da y cuánto cuestan. "Muchas veces tenés cuatro, cinco o seis tarjetas de crédito, pero el costo de mantenimiento y la renovación está muy por encima de los beneficios que estás obteniendo", concluyó.
¿Cómo evitar gastar de más con las tarjetas de crédito?
Las tarjetas de crédito pueden ser aliadas a la hora de financiar compras, aprovechar promociones o pagar en cuotas. Pero si no se gestionan con criterio, pueden convertirse en un dolor de cabeza financiero. Por eso, es clave tener en claro cuánto se está gastando, cuál es el límite disponible y cuándo vencen los pagos.
Una de las trampas más comunes es pensar que el límite de la tarjeta equivale a dinero propio. La realidad es que se trata de un monto prestado, y financiar el resumen puede implicar pagar tasas altísimas si no se cubre el total a tiempo.
Para evitar desbordes, lo más recomendable es concentrar los consumos en una o dos tarjetas. Esto permite aprovechar mejor los beneficios y, al mismo tiempo, simplificar el control de gastos.
También es importante revisar cada resumen con atención: muchas veces hay servicios que siguen cobrando sin que los usemos o consumos duplicados que pasan desapercibidos si no se mira con detalle.
Hoy, casi todas las tarjetas permiten hacer un seguimiento desde el celular. Usar apps o plataformas digitales para monitorear los consumos ayuda a tener una visión clara del gasto diario y anticiparse a cualquier desajuste.