Después de semanas de lateralización extenuante, Bitcoin volvió a moverse fuerte en una dirección. Y como casi siempre, lo hizo cuando la mayoría bajaba la guardia. Entre el jueves al mediodía y la madrugada del viernes, el precio cayó casi en picada hasta los 112.000 dólares, un nivel que no se veía desde hace más de un mes, sacudiendo el mercado con una velocidad que dejó sin reacción a muchos.
Ese movimiento agresivo a la baja no fue casual. Se combinó el agotamiento comprador con una acumulación de posiciones largas apalancadas: una receta perfecta para una barrida. El precio perforó soportes intermedios, generó liquidaciones y alimentó el miedo. Todo eso en cuestión de horas. Pero justo cuando parecía que se rompía el piso, apareció el rebote.
Tal cual, desde esos u$s112k (en rigor tocó u$s111.920), el precio reaccionó con fuerza y recuperó algo más de 3.000 dólares, donde encontró previsible resistencia en torno a los $114.700, que representan la zona más baja del anterior rango lateral que venía dominando desde hace semanas.
Para los traders más obsesivos y atentos, el rebote en 112k no fue para nada una sorpresa, ya que era algo que estaba de alguna forma "cantado". Ese había sido el máximo anterior el 22 de mayo, cuando bitcoin hizo esa subida brutal de +50%.
Así que finalmente, luego de dos semanas de indefinición alcista, en las que bitcoin nos acostumbró a mantener un precio del orden de los $118.000 y donde proliferaron las teorías más descabelladas ("ahora se va a 200k, a 300k, a 500k!") tuvimos un merecido descanso, con oportunidad de compra.
Evolución de Bitcoin (gentileza Iván Bolé)
Ese movimiento se dio dentro de un contexto más amplio y necesario: este patrón de desarrollo lateral bajista, con ida y vuelta entre extremos, sin una tendencia clara, es típico de una fase correctiva, y bitcoin imploraba este descanso, luego de una subida fenomenal de +25% iniciada a fines de junio. Durante las correcciones es común que el precio se mueva como un péndulo: sube y baja en forma irregular, castigando tanto a los optimistas sin stops como a los bajistas impacientes.
OK. u$s112.000. Y ahora ¿qué? ¿Ya está? No, no "está" pero hay signos y perspectivas interesantes.
Lo importante del rebote no es solo la recuperación de precio, sino la forma en que se dio: rápida, con volumen, y validando a u$s112k como soporte vigente. ¿Es esto el inicio de un nuevo impulso alcista? Aún no lo sabemos, pero tiene toda la pinta y las chances, lo que sí está claro es que el soporte cumplió su función y que ahora viene una nueva prueba: las resistencias. Claro, lo que en julio fue soporte, en agosto es resistencia.
Una vez superada la resistencia actual, el mercado tendrá por delante dos zonas clave: los $116.000 y los $118.000, que fueron soportes clave en julio y ahora funcionan como barrera de corto plazo. Superada esa instancia, el desafío será reconquistar los u$s120.000, un techo que no se rompe desde junio. Ahí sí "nos volvemos a ilusionar" y si supera esos niveles con decisión abriría la puerta a un ataque más ambicioso hacia la zona alta del rango, cercana a los u$s135.000.
Pero hay que ser claros: La corrección no se puede dar por terminada solo con esto. La reanudación alcista exige más confirmaciones. No alcanza con haber coronado a u$s112.000 como soporte. Además, si miramos el contexto general y no solo el "ombligo de Bitcoin", tenemos que entender que estamos en un terreno de incertidumbre estructural, donde los movimientos bruscos son parte del juego y no una excepción, y donde Wall Street puede haber encontrado un primer techo a sus constantes subidas.
A pesar del rebote, hay que tener presente que por razones de estacionalidad, agosto y septiembre suelen ser meses bajistas o correctivos para Bitcoin. A esto se suma presión vendedora de corto plazo, reflejada en señales técnicas como el cruce bajista del MACD y salidas de capital neto.
Del mismo modo, hay que reconocer que los fundamentos de largo plazo de Bitcoin siguen firmes, y el rey de las criptomonedas permite soñar con precios antes impensados. La emisión post-halving es más baja, el apetito institucional no se termina y la acumulación en manos fuertes continúa, aunque con menos visibilidad, lo que aún respalda una tesis alcista de largo plazo. Claro, lo que falta —como siempre en estos tramos— es certeza. Pero eso no asusta a los bitcoiners ¿verdad?
Al momento de cerrar esta columna, Bitcoin acaba de superar los $114.700, una resistencia de corto plazo que había contenido varios intentos anteriores y apunta a u$s115.000. El quiebre se dio con fuerza y volumen, habilitando técnicamente un movimiento hacia la siguiente zona de referencia en $116.000, donde se ubica el próximo cluster de ventas.