Ricardo Arriazu, uno de los economistas más cercanos a Javier Milei, y referente clave para el Gobierno Nacional, compartió su visión sobre el presente económico argentino y lo que se puede esperar en los próximos meses para el dólar.
El fundador de Arriazu Macroanalistas aseguró que las reservas líquidas, sin contar el swap con China, rondan los u$s27.000 millones, y explicó: "Es la plata que tiene para hacer frente a vencimientos de capital de menos de u$s2.000 millones de acá hasta fin de año. Por lo tanto, acá no se juega el partido".
Con respecto al esquema de bandas cambiarias acordado con el FMI, Arriazu precisó que el tipo de cambio efectivo para exportaciones se ajustó al alza en un 2%, mientras que para importaciones subió 8%. A su vez, indicó que el tipo de cambio real "se devaluó 16,7% desde fines del año pasado".
Para el economista, lo que realmente influye en los precios no es el tipo de cambio multilateral, sino la cotización directa del dólar: "Para inflación lo que interesa no es el multilateral, sino el dólar", afirmó.
A pesar de que el BCRA no interviene de forma explícita en el mercado de cambios, Arriazu sostuvo que "el Central no va a dejar que el tipo de cambio suba mucho más allá de $1.300 usando todos los instrumentos que tenga", y agregó: "El Gobierno no está conforme con un dólar a más de 1300. Es mi impresión".
Cómo está el sistema financiero: dólares, tasas y depósitos
Otro eje clave de su exposición fue la fuerte demanda de divisas por parte del sector privado, que se aceleró tras la flexibilización del cepo. Según el especialista, "la compra de divisas por particulares fue significativa tras la apertura del cepo, con cerca de u$s3.000 millones yendo a depósitos".
Este movimiento, explicó, fue acompañado por un crecimiento en los depósitos tanto en pesos como en moneda extranjera.
A la par, la decisión del Banco Central de eliminar las Lefis dejó 10 billones de pesos sin absorber, lo que provocó una fuerte caída en las tasas de interés. En respuesta, el organismo intervino con fuerza para llevarlas nuevamente a niveles elevados.
Para Arriazu, los bancos aún conservan altos niveles de liquidez, por lo que, "si no hay un problema de incertidumbre, el mercado debería tender a calmarse".
Qué pasa con la inflación
En cuanto a la inflación, destacó la desaceleración de los últimos meses: "Las cifras de inflación fueron 1,5% en mayo y 1,6% en junio".
A su vez, anticipó un número similar para julio: "también debajo del 2%". Sin embargo, advirtió: "Todo lo relacionado a mano de obra está subiendo. Mucho más que alimento".
Sobre el nivel de actividad, resaltó que abril marcó un récord histórico en el índice mensual desestacionalizado, aunque el crecimiento es dispar entre sectores. Algunos, como la venta de electrodomésticos o autos, crecieron fuertemente gracias al financiamiento en cuotas: "La venta de heladeras subió como 100%", ejemplificó.
Pero este repunte, advirtió, tiene un límite: "Muchas de estas cosas no se van a repetir. La heladera se compra por una vez, un auto por una vez y se renueva cada tanto tiempo. El turismo ya se dieron el gusto". Además, señaló que el aumento de la tasa de interés y la preferencia por depósitos en dólares frente al crédito están enfriando la economía y reduciendo la demanda agregada.