El fallecimiento de Ozzy Osbourne, legendario ícono del heavy metal y exvocalista de Black Sabbath, provocó una auténtica revolución en el mercado de los tokens no fungibles (NFT).
Solo un par de horas tras el anuncio de su muerte a los 76 años, el pasado 22 de julio, la colección oficial de NFT del músico, denominada CryptoBatz, experimentó un aumento en su precio superior al 400%.
Según datos aportados por las principales plataformas y mercados digitales, el precio base de los CryptoBatz saltó de aproximadamente u$s0,02 Ether (ETH) hasta alcanzar temporalmente los u$s0,125 ETH por unidad el mismo dia del anuncio, antes de retornar a valores levemente inferiores a medida que la demanda se estabilizaba.
Los volúmenes de compraventa de estos activos también se dispararon, con transacciones que sumaron cerca de u$s281,000 en solo 24 horas, reflejando un crecimiento del 100,000% en la actividad del mercado, impulsada por coleccionistas y seguidores que buscaban tener un recuerdo digital de Osbourne.
La colección CryptoBatz, lanzada en diciembre de 2021 y compuesta por 9.666 unidades digitales, rinde homenaje a uno de los momentos más emblemáticos de la carrera del músico: el célebre episodio de 1982 cuando mordió la cabeza de un murciélago durante un concierto, acontecimiento que marcó la cultura pop y la imagen pública de Osbourne.
Cada NFT representa un murciélago digital y permite al propietario realizar acciones únicas, como "morder" otros tokens y crear híbridos digitales en una mecánica distintiva dentro del espacio cripto.
La reacción del mercado de NFT tras la muerte de Osbourne está en línea con patrones previamente observados, donde la desaparición de figuras reconocidas tiende a incrementar el valor y la demanda de sus objetos de colección virtuales.
Aunque los precios máximos alcanzados en este último episodio no igualan los picos históricos de la colección en su fecha de lanzamiento, este súbito interés renovado fue visto por analistas del sector como un temporal resurgimiento para el mercado de NFT, que ya no atrae tanto interés como en sus inicios.
Con la suba vertiginosa en precios y volúmenes, CryptoBatz ahora se consolida como uno de los recuerdos digitales más codiciados del universo del rock y del mundo de los activos blockchain.
El propio Osbourne había comentado en el pasado que la creación de su colección virtual surgió como respuesta a su deseo no satisfecho de obtener un Bored Ape NFT, decidiendo finalmente lanzar un producto con su sello y estética singulares.