El Salvador y Pakistán sellaron una alianza estratégica para robustecer su posicionamiento conjunto en el ecosistema global de Bitcoin, la principal criptomoneda del ecosistema.
El acuerdo fue formalizado en San Salvador durante una reunión entre el presidente salvadoreño Nayib Bukele y Bilal Bin Saqib, ministro y principal asesor en materia cripto del gobierno pakistaní,
Se trata de la primera colaboración entre dos países de perfiles económicos y culturales muy distintos, pero unidos por una visión pro-bitcoin.
El Salvador y Pakistán sellan alianza para potenciar adopción de Bitcoin
El convenio prevé la transferencia directa de conocimientos y buenas prácticas: El Salvador, pionero en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal y en crear reservas nacionales gestionadas por el Estado, asesorará a Pakistán en la conformación de su propia reserva estratégica de la criptomoneda.
Además, se fomentará el desarrollo de infraestructuras nacionales de minería y la capacitación de funcionarios y ciudadanía en activos digitales y políticas públicas relacionadas, abriendo paso a lo que los propios funcionarios denominaron una nueva era de "biplomacia", basada en innovación sobre el activo digital.
El objetivo declarado es claro: desafiar el statu quo del sistema financiero tradicional, inspirar a otras naciones y posicionar a ambas economías como referentes de soberanía tecnológica y adopción responsable de criptomonedas.
Pakistán, que hasta hace poco mantenía una postura restrictiva respecto a los activos digitales, emprendió en 2025 el giro más notable de su historia cripto con diversas iniciativas tales como:
- La creación de un Consejo Nacional de Criptoactivos
- La habilitación de una Autoridad de Activos Digitales
- La asignación de 2.000 megavatios de energía excedente para minería
- Una Wallet estatal de Bitcoin y la constitución de una reserva nacional de BTC
Esta última fue inspirada, según palabras de Bin Saqib, en el ejemplo de El Salvador y los últimos movimientos de Estados Unidos respecto a activos digitales.
El Salvador, por su parte, mantiene más de 6.200 unidades de BTC en reservas oficiales y prosigue su estrategia de inversión y desarrollo de infraestructura basada en energías renovables para minería, con la mirada puesta en la inclusión financiera y el fortalecimiento de su economía digital.
Los funcionarios salvadoreños ven en la alianza con Pakistán la oportunidad de afianzar su papel como asesores globales en gestión e implementación de activos cripto a nivel soberano, apostando a un futuro donde Bitcoin actúe como puente entre naciones emergentes y como un factor de transformación económica.
Esta alianza se produce en un contexto geopolítico novedoso: Pakistán, con más de 255 millones de habitantes y estrictos compromisos económicos internacionales, empieza a ser referente en la regularización y aplicación de tecnologías descentralizadas, mientras que El Salvador busca ratificar su liderazgo frente a los cuestionamientos de organismos como el FMI y los retos de transparencia y adopción interna de la criptomoneda.