La Unidad de Información Financiera (UIF) decidió congelar varias cuentas de criptomonedas tras detectar operaciones sospechosas vinculadas a presunta financiación del terrorismo internacional.

La medida, dispuesta en los últimos días, responde a una investigación en la que se identificó el movimiento de importantes sumas de dinero a través de billeteras digitales y plataformas cripto asociadas a residentes extranjeros en el país

Este operativo forma parte de un refuerzo de los controles y el rastreo de activos que buscan evitar que el sistema financiero argentino sea utilizado para canalizar fondos hacia organizaciones terroristas.

Billeteras cripto son congeladas en el país por presunto financiamiento al terrorismo

Según informaron fuentes oficiales, la alerta se activó luego de que una aseguradora y varias entidades financieras detectaran transferencias atípicas de fondos desde cuentas de un ciudadano colombiano nacionalizado argentino y de un sirio, ambos con presuntas vinculaciones a la organización Hezbollah, que está catalogada internacionalmente como grupo terrorista.

Ante la aparición de estos movimientos en el radar de los procedimientos de prevención del lavado de activos y la financiación del terrorismo, la UIF dispuso el bloqueo precautorio de todos los activos digitales y cuentas bancarias asociadas a los sospechosos, en coordinación con organismos judiciales y el Ministerio de Justicia de la Nación.

El organismo aclaró mediante un comunicado que la medida es de carácter provisional y responde a indicadores que podrían vincular el origen o el destino de los fondos con actividades terroristas.

La UIF congeló billeteras y plataformas cripto con presuntas vinculaciones al terrorismo global

Aunque las operaciones detectadas presentan patrones compatibles con la financiación del terrorismo, los voceros de la UIF remarcaron que el congelamiento es preventivo y está sujeto a ulterior verificación judicial.

El caso será analizado en profundidad por la Justicia Federal de Córdoba, que deberá determinar si existen elementos suficientes para avanzar con imputaciones formales o mantener el congelamiento por más tiempo.

De acuerdo con la información recabada hasta el momento, los fondos transferidos superaban los $1.700 millones y estaban dirigidos a una red internacional que funcionaba por fuera del circuito financiero tradicional, recurriendo a empresas fantasma y transacciones en criptoactivos de rápida conversión.

El trabajo de inteligencia financiera se realizó en colaboración con agencias de otros países y con la red Egmont, que congrega unidades antilavado de todo el mundo, en un contexto de creciente presión internacional para impedir el flujo de fondos ilegales a organizaciones terroristas.

La UIF subrayó que la existencia de operaciones sospechosas y el subsecuente congelamiento de activos no implican necesariamente la presencia territorial de agrupaciones terroristas en la Argentina.

No obstante, la entidad insistió en la importancia de mantener la vigilancia y la colaboración interagencial para proteger la integridad del sistema financiero y evitar que la economía local se convierta en puerta de entrada para el financiamiento ilícito.

Además, aclararon que el proceso respeta estrictos controles de confidencialidad y que la UIF solo actúa como proveedora de inteligencia financiera para que el Ministerio Público Fiscal o el Poder Judicial avancen con la investigación y eventual persecución penal.

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