Aunque fue uno de los principales cuestionamientos del presidente Javier Milei antes de llegar al poder, el impuesto a las Ganancias no solo fue reinstaurado durante su gestión, sino que seguirá vigente en 2025, de acuerdo a lo que confirmó recientemente el oficialismo.
El titular de la Agencia Federal de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), Juan Pazo, dejó en claro que no hay planes para eliminar el tributo.
La razón principal: el compromiso del Gobierno con mantener el superávit fiscal, una de las banderas económicas de esta gestión.
Ganancias, una herramienta central de recaudación
El impuesto a las Ganancias es considerado uno de los tributos más equitativos del sistema fiscal, dado su carácter progresivo: quienes más ganan, más pagan.
Se aplica sobre los ingresos netos, a diferencia de otros impuestos considerados más distorsivos, como Ingresos Brutos o el impuesto al cheque, que gravan la facturación sin tener en cuenta los costos o la rentabilidad.
Desde el oficialismo y el sector privado coinciden en que, en un contexto de ajuste, el foco estará más puesto en reducir tributos menos eficientes antes que tocar Ganancias.
El objetivo es construir un esquema impositivo que incentive la inversión y el crecimiento, sin resignar recursos fiscales clave.
¿Qué pasará con los impuestos distorsivos?
Especialistas del sector señalan que hay margen para avanzar en la reducción o eliminación de otros tributos, como Ingresos Brutos, el impuesto al cheque o los impuestos a la herencia, considerados regresivos y poco funcionales al desarrollo económico.
Sin embargo, cualquier cambio se haría de forma gradual, y siempre subordinado a la sostenibilidad fiscal.
El Gobierno logró cerrar el primer semestre con superávit primario (0,9% del PBI) y también financiero (0,4%), según los últimos datos del Ministerio de Economía. Esto se alcanzó en parte gracias al retorno del impuesto a las Ganancias para trabajadores de la cuarta categoría, restablecido en junio de 2023 con la aprobación del paquete fiscal.
En un contexto de menores ingresos proyectados para 2025, por la eliminación del Impuesto PAIS, la baja de Bienes Personales y retenciones, y la reducción de aranceles, la necesidad de sostener tributos eficientes se vuelve aún más crítica.
La meta con el FMI de alcanzar un superávit primario del 1,6% del PBI exige reforzar el frente recaudatorio, incluso en medio de tensiones por el gasto previsional y la presión del Congreso.
Actualización por inflación: nuevos mínimos
Desde este año, el impuesto a las Ganancias se actualiza de forma semestral según el índice de precios al consumidor (IPC). Con una inflación acumulada del 15,1% en el primer semestre, el nuevo mínimo no imponible que regirá desde julio será de:
- $2,6 millones brutos mensuales para un trabajador soltero sin hijos
- $3,5 millones para un casado con dos hijos
A partir de esos montos se empieza a tributar, con alícuotas progresivas que arrancan en el 5% y escalan hasta el 35%.
Si bien no hay señales de que se elimine Ganancias, algunos analistas no descartan que se ajusten escalas o anticipos, o que se aplique una rebaja gradual del IVA en determinadas categorías, como una forma de alivio al consumo. Sin embargo, cualquier modificación deberá ser evaluada con lupa para no poner en riesgo el equilibrio de las cuentas públicas.