En una señal clara de apertura hacia el ecosistema cripto, tres de los principales reguladores financieros de Estados Unidos avalaron oficialmente que los bancos puedan ofrecer servicios de custodia de criptomonedas.
La Oficina del Contralor de la Moneda (OCC), la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) y la Reserva Federal emitieron una declaración conjunta que reconoce esa facultad.
Aunque la medida marca un paso importante hacia la integración del sistema financiero tradicional con el universo de los criptoactivos, el mensaje vino acompañado de advertencias.
Las agencias remarcaron que los bancos deberán cumplir con estrictas normas de protección al consumidor, y dejaron en claro que los clientes no podrán tener acceso directo a las claves privadas de los activos bajo custodia.
"Las organizaciones bancarias pueden proporcionar custodia para criptoactivos en una capacidad fiduciaria o no fiduciaria. Una organización bancaria [...] tiene la autoridad para gestionar [criptoactivos] de la misma manera que las organizaciones bancarias gestionan otros activos que poseen como fiduciarios", señala el texto firmado por las tres entidades.
La nueva postura marca un cambio en la política regulatoria hacia una visión más flexible sobre el vínculo entre bancos y criptomonedas:
Por fuera de esta declaración conjunta, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) también se expresó en una línea similar a principios de año, aunque esta vez decidió no participar del anuncio.
De todos modos, los reguladores marcaron ciertos límites. Si bien las entidades bancarias podrán actuar como custodios, serán ellas las responsables exclusivas de los activos y no podrán habilitar el acceso a las llaves privadas a sus clientes.
Para algunos usuarios cripto que defienden la autocustodia como principio central, este punto puede resultar restrictivo. Sin embargo, en la práctica, muchos clientes podrían optar por esta opción solo como una solución práctica o temporal.
La declaración también detalla otras condiciones:
En síntesis, la nueva postura regulatoria representa un guiño a la adopción institucional de las criptomonedas, pero bajo supervisión estricta. El respaldo está, aunque no sin condiciones.