En el vertiginoso mundo fintech, Mercado Pago está protagonizando una transformación profunda y silenciosa. Lo que comenzó como una billetera digital enfocada en pagos y transferencias, hoy avanza con paso firme hacia el negocio del crédito. Con el potencial lanzamiento de su tarjeta de crédito propia, la plataforma cambiará de rol y redefinirá su lugar dentro del sistema financiero.
Para Federico Nano, CEO y Cofundador de B2FI, y creador de la primera billetera virtual del país (Monedero), este movimiento marcará un antes y un después: "Cuando una fintech lanza una tarjeta de crédito con su propia marca, deja de ser solo una plataforma de pagos. Pasa a jugar en la cancha del crédito, el riesgo y la fidelización", explica.
Para el experto, el paso que dará Mercado Pago no es solo simbólico: significará asumir el control total de la experiencia financiera del usuario, desde el onboarding hasta la financiación. Esto incluirá definir perfiles de riesgo, establecer condiciones, relacionarse directamente con redes como Visa o Mastercard y, sobre todo, construir su propia marca financiera.
Integración vertical: la nueva frontera del ecosistema fintech
Esta estrategia responde a una lógica que se está imponiendo en todo el ecosistema: quien controla la cadena completa de valor, domina el mercado. En ese esquema, depender de intermediarios ya no resulta eficiente.
"La integración vertical es la nueva frontera. No se trata solo de ofrecer una tarjeta, sino de asumir el control de toda la cadena de valor", afirma Nano. La clave ya no es solo digitalizar productos, sino diseñar soluciones financieras completas que operen bajo una misma plataforma.
¿Fintechs o bancos? La frontera se difumina
La decisión de Mercado Pago de ofrecer crédito propio con su marca también tiene una lectura más estructural: las categorías tradicionales del sistema financiero se están desdibujando.
"El sistema financiero ya no se divide entre bancos y no bancos, sino entre quienes tienen la capacidad de diseñar soluciones completas, basadas en tecnología, datos y escalabilidad", destaca Nano.
De esta forma, las fintechs más grandes están adoptando un modelo híbrido, más cercano al bancario tradicional, pero con la velocidad y flexibilidad que otorgan los desarrollos digitales.
El impacto en la competencia y la regulación
Esta evolución hacia modelos integrados de crédito genera desafíos en varios frentes. Por un lado, tensiona la competencia entre fintechs y bancos, ya que las primeras ganan terreno en un negocio históricamente reservado para entidades tradicionales.
Por otro, plantea interrogantes sobre el marco regulatorio.
"Este cambio obliga a revisar los marcos regulatorios, los modelos de supervisión y, sobre todo, las condiciones de competencia", advierte Nano.
En ese contexto, no se trata solo de innovar. También será necesario repensar cómo se regula un ecosistema donde los jugadores tradicionales y los nuevos comparten el mismo tablero, pero con reglas muy distintas.
La aparición de tarjetas propias por parte de fintechs como Mercado Pago anticipa un futuro donde la experiencia bancaria completa podrá desarrollarse sin una sucursal física.
"El futuro del crédito ya no está solo en las sucursales: se está escribiendo desde las plataformas", concluye Nano.