La Justicia de Salta dictó una nueva condena contra el empresario y coach Leonardo Cositorto: 11 años de prisión por asociación ilícita y estafas reiteradas.
Esta es la segunda sentencia en su contra por el esquema de Generación Zoe, que genero un perjuicio que supera los $776 millones a 118 víctimas en esa provincia.
La fiscal penal subrogante de la Unidad de Delitos Económicos Complejos (UDEC), Ana Inés Salinas Odorisio, lideró la investigación que desenmascaró la compleja red de engaños.
Cositorto sigue negando todo
El juicio, que se extendió por más de un mes con cerca de 100 testigos, concluyó en que Cositorto lideró una asociación ilícita con roles específicos para familiares y colaboradores, incluidos los hermanos Vilardel, quienes eran los referentes locales.
Ricardo Gabriel Isaac Vilardel, pieza clave del esquema en Salta, recibió una pena de siete años de cárcel. Su hermano, Jorge Federico Vilardel, fue condenado a cinco años, mientras que Ana Lucia de los Angeles Vilardel y Vilma Albornoz recibieron tres años de prisión en suspenso.
"La resolución es forzada. Buscaron no quedar mal frente a toda Argentina y sostuvieron la figura de asociación ilícita", asegura a iProUP el abogado de la familia Vilardel, Fernando Díaz Zabalaga.
"Condenaron a 2 personas absueltas en Corrientes para darle once años a Cositorto. De ningún modo se acreditó la conformación de una asociación ilícita", agrega el letrado, quien anticipó que, luego de leer los fundamentos del fallo, apelará la resolución.
El tribunal, presidido por los jueces Martín Pérez, Javier Aranibar y Leonardo Gabriel Feans, también ordenó investigar a Daniel Flores Jiménez por posible falso testimonio.
La semana pasada, en uso del derecho a la última palabra, Cositorto volvió a negar las acusaciones en su contra: "Nos frenaron la posibilidad de cumplir. Todo esto es ridículo, porque la deuda es mínima comparada con el volumen total que manejaba la empresa", aseguró.
La burbuja que exploto y las ramificaciones judiciales
La fiscal Salinas Odorisio recordó durante su alegato que la "burbuja" de Generación Zoe exploto en Córdoba en enero de 2022, cuando se cortó el ingreso de nuevos aportantes.
Sin embargo, en Salta, los Vilardel siguieron persuadiendo a inversores, prometiendo rendimientos inalcanzables y ocultando los riesgos. Incluso en marzo de 2022, cuando Cositorto ya estaba prófugo de la Justicia, continuaron recibiendo dinero, sin advertir sobre la gravedad de la situación ni los riesgos inherentes.
Una de las víctimas cuenta a iProUP que se acercó a Generación Zoe por medio de las capacitaciones virtuales de coaching que la empresa ofrecía.
"Ahí me convencieron de la solidez del proyecto y yo hice lo mismo con mis familiares", explica. El mismo damnificado asegura que, en 2021, invirtió en un producto que llamaron "robot", el cual inicialmente le generó ganancias.
"Además, recibía una comisión por cada nuevo inversor que incorporaba a la red, lo que me motivó a seguir promocionando esto", justifica.
Esta condena en Salta se suma a la ya recibida por Cositorto en febrero, cuando fue sentenciado a 12 años de cárcel en Corrientes, por las estafas en Goya.
Pero el derrotero judicial del ex coach está lejos de terminar. Tiene investigaciones en curso en Córdoba, donde la fiscal Juliana Companys de Villa María volvió a elevar a juicio la causa.
También enfrenta procesos en Santa Fe y Buenos Aires, esta última una jurisdicción clave, ya que allí se ubicaban las oficinas centrales de Generación Zoe y la mayor concentración de clientes.
Además, la justicia federal lleva adelante una causa por presunto lavado de activos, que estuvo en manos del juez Ariel Lijo. La saga de Generación Zoe sigue sumando capítulos en los tribunales, revelando la magnitud de un esquema que dejó a miles de damnificados en todo el país.