Figma, la firma de software de diseño, presentó su documentación ante la Comisión de Bolsas y Valores de los Estados Unidos para comenzar el proceso de salida de la bolsa de ese país.
En la presentación, la empresa reveló que al 31 de marzo ya poseía u$s69.5 millones invertidos en ETF de Bitcoin.
El 8 de mayo su junta directiva aprobó un plan para adquirir otros u$s30.000 en Bitcoin.
Para esto, la compañía primero compró la stablecoin USDC para luego convertirla en BTC.
Figma fue fundada en 2016 y ofrece herramientas de diseño colaborativo que funcionan desde el navegador.
En los últimos años la firma creció con fuerza y llamó la atención de gigantes como Adobe que en 2022 intentó comprarla por u$s20.000 millones. Sin embargo, el acuerdo fue frenado y cancelado a fines de 2023 por reguladores en EE.UU. y Europa.
Mientras tanto, la presentación pública de Figma se suma a una tendencia más amplia alineadas con las firmas de criptomonedas que ingresan a los mercados públicos.
Empresas como Coinbase, Circle y Robinhood superaron a la mayoría de las altcoins en rendimiento acumulado del año. Hace unos días, las acciones de Coinbase alcanzaron un máximo histórico de u$s380, cifra que marcó un aumento de 53% desde enero.
Según los analistas, hay 91% de probabilidades de que Figma sea incorporada al índice S&P 500, según sus proyecciones de ganancias y en el soporte que mantiene el precio actual de BTC.
La presentación pública marca un hito para Figma y refleja un importante cambio en el mercado, ya que cada vez hay más firmas que cotizan en bolsa que ven a Bitcoin como un activo estratégico para sus reservas.
Este movimiento ya es visto en empresas como Tesla, MicroStrategy o Coinbase y despierta un fuerte interés por parte de los inversores.
A pesar de las críticas sobre la centralización y el rol de los grandes jugadores corporativos en el precio de Bitcoin, esta tendencia es clara con respecto a las decisiones institucionales en el mercado de las criptomonedas.