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Javier Milei apuesta por una economía abierta y, por eso, abrió las importaciones, lo que en un rubro como la indumentaria podría generar un gran golpe para la industria textil local.
Según trascendió, durante el primer trimestre del año, la ropa importada superó en un 67% a las prendas de confección nacional.
Además, también se conoció que las importaciones de ropa se dispararon un 86%, según los datos publicados por la Fundación ProTejer.
Por esta razón, el efecto Shein está más vivo que nunca, ya que los argentinos comenzaron a comprar ropa importada a muy bajo costo, como ocurre con las ofertas del gigante del ecommerce chino.
En términos concretos, este fenómeno se gestó a partir de las últimas medidas del Gobierno Nacional, con el Decreto 236/2025, que dispuso una reducción significativa en los aranceles aplicados a productos textiles, calzado, hilados y telas.
Al eliminar estos impuestos, los costos de la ropa y el calzado importados bajaron del 35% al 20%, y el de las telas del 26% al 18%.
Sin duda, el Gobierno apunta con estas medidas a fomentar la competencia dentro del sector y bajar el costo de la indumentaria, lo cual se ve reflejado en el precio final de cada prenda.
Por otro lado, esta política obligó a las marcas locales a reducir hasta un 40% sus precios, para poder seguir siendo competitivas.
Debido a estas nuevas medidas, hoy la ropa importada en Argentina cuesta hasta un 26% menos por kilo que hace un año.
Además, días atrás se conoció que estas marcas llegarán al país:
Por último, dos tercios de las prendas de vestir que compran los argentinos son importadas, lo que representa el punto más alto desde 2015, año desde que la Fundación ProTejer realiza sus estudios.