Quizás ocurrió más rápido de lo esperado, pero la realidad de hoy es que la inteligencia artificial se convirtió en la nueva frontera para la innovación, pasando de ser una opción futurista a convertirse en una herramienta clave para impulsar la rentabilidad y atraer inversiones. 

Aún cuando muchas empresas piensan en la necesidad de adoptar la IA como si se tratara de un checklist obligatorio en la transformación digital, esto está bastante lejos de la realidad.

Al menos un 30% de las empresas que implementen inteligencia artificial este año sin una estrategia clara abandonarán los proyectos, lo que las llevaría a experimentar pérdidas importantes de tiempo y dinero.

Y es que este tipo de adopciones deben tener un propósito claro. Hablamos de una inversión estratégica cuyo verdadero valor no radica en adoptarla por moda, sino en implementarla para resolver problemas específicos, optimizar procesos críticos y mejorar la experiencia del cliente, todo sin perder de vista el factor humano.

¿Dónde y cómo invertir en IA? Diagnóstico antes que implementación

En LATAM, muchas PYMEs están en etapas tempranas de adopción de la tecnología, lo que significa que las oportunidades de impacto con IA son significativas siempre y cuando se hagan de forma estratégica. 

No se trata solo de decidir si adoptar la IA o no, sino de hacerlo basado en dolores reales. El primer paso es identificar los cuellos de botella que limitan el crecimiento y preguntarse: ¿En qué áreas se pierden oportunidades por demoras? ¿Qué procesos consumen recursos sin aportar valor diferenciador?

En el caso de Leadsales, nos dimos cuenta de los puntos críticos donde el tiempo de respuesta es tan vital, como la atención al cliente y la gestión de leads; de modo que implementamos IA para clasificar consultas y responder automáticamente a preguntas frecuentes.

Esto liberó horas de trabajo operativo, permitiendo al equipo enfocarse en tareas de mayor impacto.

Para las empresas que se encuentran en el punto de partida la recomendación es clara: comenzar con un diagnóstico interno y priorizar soluciones que resuelvan problemas medibles.

Por otro lado, es esencial considerar la diversidad cultural y de mercado en la región. Lo que funciona en México no necesariamente tendrá el mismo impacto por ejemplo en Colombia o Argentina. 

Asimismo, es fundamental mantenerse alineado con las normativas locales e internacionales de protección de datos, como la Ley Federal de Protección de Datos en México o el GDPR en Europa.

Mantener el propósito de resolver problemas reales

Hay que destacar que, desde que inició el auge de la IA, la evolución ha sido rápida y constante. Sin embargo, actualmente el mercado está saturado de soluciones de inteligencia artificial que prometen resolver casi que mágicamente todos los problemas de tu empresa.

Lo verdaderamente innovador es abordar dolores específicos del cliente. Implementar IA por moda, sin un propósito claro, la convierte en un "nice to have" en lugar de un diferenciador.

La clave está en identificar esos puntos donde una mejora incremental —como predecir fallas o personalizar servicios— tiene un impacto exponencial en la satisfacción del cliente.

Más allá de las automatizaciones

Cuando se piensa en implementación de IA, automatizar procesos es una de las primeras cosas que viene a la mente de los líderes empresariales. Sin embargo, es importante tener en cuenta que hay muchas otras maneras de lograr aprovechar esta tecnología de manera exitosa.

Especialmente si una empresa tiene inversionistas o planea obtener financiamiento, regularmente quieren ver números y tener muy claro cómo van a ver el ROI de su inversión.

Cuando implementamos IA, lo aconsejable es enfocarse en dos métricas clave:

  • Reducción del tiempo de respuesta para medir el impacto en términos de horas operativas liberadas y cómo eso se traduce en una mayor capacidad para atender más clientes
  • y conversión de leads, que permite segmentar y clasificar leads de forma más precisa, dirigiendo a los comerciales hacia oportunidades con mayor probabilidad de conversión.
  • Si bien usar IA nos permite automatizar muchas cosas, es muy importante no olvidarnos de la experiencia del cliente. Implementar IA debe mejorar la interacción sin deshumanizarla por completo.

    El componente humano sigue siendo clave

    Aunque esta tecnología es impresionantemente capaz de procesar millones de datos, no puede replicar el toque humano que genera empatía y confianza.

    Los clientes siguen valorando el contacto humano, especialmente en situaciones complejas en donde una respuesta automatizada puede sentirse fría o impersonal o dar a entender que a ti como negocio no te importa.

    Por eso hoy en día sigue siendo crucial mantener un balance entre lo tecnológico y lo humano.

    En lugar de depender 100% de la IA, el enfoque debe ser utilizarla para liberar al equipo de tareas operativas, permitiéndoles concentrarse en lo que realmente aporta valor al negocio. 

    La IA puede traer muchos beneficios y sugerir millones de cosas, pero la intuición y el criterio humano siguen siendo competencias exclusivamente humanas.

    Integrarla de manera innovadora requiere alinear tecnología, estrategia y experiencia del cliente.

    Las empresas que logren este equilibrio no solo optimizarán sus operaciones, sino que también se posicionarán como negocios escalables y atractivos para inversionistas.

    *Por Roberto Peñacastro, cofundador y CEO de Leadsales

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