Empresas latinas deciden cada día más pagar en criptomonedas las sueldos de sus trabajadores.

Los cambios significan una importante evolución para la economía digital, especialmente, para América Latina

Las criptomonedas ofrecen mayor independencia financiera y transacciones internacionales rápidas y económicas.

La nueva tendencia de pago en criptomonedas se observa en la economías gig, es decir en trabajos remotos y pagos internacionales

¿Qué es la economía gig?

La economía gig, es efímera, flexible y se convirtió en un motor de cambio. Le permite a los individuos de distintos países y disciplinas participar de proyectos globales.

La nueva modalidad de trabajo, potenciada por las plataformas digitales, logró la democratización al acceso al empleo y eliminó muchas barreras físicas que limitaban las oportunidades laborales.

Colombia, Argentina, Brasil y México lideran son los países que adoptan criptomonedas para pagos de nómina

La adopción de criptomonedas para los pagos internacionales, simplificaron las transacciones económicas a través de fronteras. 

Hace posible que los trabajadores reciban la compensación por sus servicios sin los obstáculos del sistema bancario tradicional

Los sistemas de pago tradicionales, poseen dificultades en las transacciones internacionales ya que son procedimientos lentos y costosos. 

Una solución ante los inconvenientes bancarios actuales

El sector fintech y cripto buscó una solución al reducir la fricción en los pagos, algo que incluye nuevas tecnologías modernas y adaptativas, así como la automatización y optimización de los procesos de facturación y liquidación.

La adopción de los nuevos métodos tiene el objetivo de mejorar la inclusión financiera al proporcionar acceso a servicios de pago a todos los excluidos por el sistema bancario tradicional

Si bien este tipo de economía abre nuevas oportunidades laborales para los trabajadores, la falta de su regulación es una preocupación creciente.

El nuevo panorama se caracteriza por ser flexible, inclusivo e innovador

Ante el nuevo panorama, los individuos y las empresas deberán estar preparados para adaptarse a la nueva realidad financiera y regulatoria en el ámbito laboral.

Te puede interesar