Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum, ha delineado un plan exhaustivo para salvaguardar la blockchain contra amenazas cuánticas.
Reconociendo el riesgo planteado por los ordenadores cuánticos para las defensas criptográficas convencionales, Buterin sugiere una estrategia que fusiona criptografía cuántica y preparación táctica.
Este enfoque busca proteger tanto a Ethereum como los activos de sus usuarios de las vulnerabilidades cuánticas.
La estrategia de defensa de Ethereum se centra en adoptar métodos criptográficos resistentes a la computación cuántica, como las firmas Winternitz y la tecnología de prueba de conocimiento cero (STARK), integradas mediante la abstracción de cuentas por Vitalik Buterin.
Este enfoque permite a los usuarios migrar gradualmente a esquemas seguros desde el punto de vista cuántico, garantizando una transición fluida.
Buterin advierte sobre los riesgos de un salto cuántico repentino y propone un "simple fork de recuperación" para proteger los fondos de los usuarios en caso de un avance cuántico imprevisto.
La vulnerabilidad de Ethereum a la computación cuántica surge de su dependencia de la multiplicación de curvas elípticas para generar direcciones, un proceso potencialmente reversible por los ordenadores cuánticos.
Sin embargo, Buterin destaca que la mayoría de las claves de Ethereum, producidas mediante cálculos hash o métodos similares al BIP-32, resisten naturalmente los ataques cuánticos debido a la naturaleza irreversible del hashing.
Basándose en esta premisa, propone una Propuesta de Mejora de Ethereum (EIP) para un hard fork destinado a fortalecer la red contra los peligros cuánticos.
Esta EIP incluye la desactivación de las transacciones tradicionales, la implementación de monederos de smart contracts y la habilitación de pruebas STARK para mejorar la seguridad y la eficiencia del gas.
Buterin concluye que la infraestructura para implementar un hard fork como este podría construirse rápidamente, preparando así al ecosistema Ethereum ante posibles emergencias cuánticas.
En medio de debates criptográficos, las afirmaciones de investigadores chinos sobre el descifrado del RSA con tecnología cuántica generan inquietud.
Sin embargo, el algoritmo SHA256, vital para Bitcoin, sigue siendo resistente a las amenazas cuánticas.
Esta distinción entre funciones de cifrado y de hash destaca el complejo campo de batalla cripto cuántico, donde los avances en computación cuántica no garantizan vulnerabilidades inmediatas en las blockchains.
A pesar de ello, la carrera hacia la computación cuántica gana impulso, con IBM liderando el desarrollo de ordenadores cuánticos más potentes y la aparición de otros actores clave.
Aunque el impacto directo en el cifrado blockchain es especulativo, el ecosistema cuántico en evolución demanda defensas criptográficas preventivas y sólidas.
Las repercusiones de la computación cuántica van más allá de la seguridad blockchain, afectando también al ámbito de la inteligencia artificial y los chatbots de IA.
La llegada de la computación cuántica promete transformar la IA al proporcionar una potencia de cálculo sin precedentes, superando las capacidades de los sistemas de IA actuales, incluidos los sofisticados chatbots como ChatGPT.
Sin embargo, esta integración presenta desafíos, especialmente en lo que respecta a la seguridad de los datos.
Los ordenadores cuánticos tienen el potencial de romper los métodos de cifrado actuales, lo que representa una amenaza importante para la confidencialidad y la integridad de los datos en diversas industrias, incluyendo aquellos utilizados para la formación y el funcionamiento de los chatbots de IA.