El proyecto de criptomonedas Worldcoin está impulsado, entre otros, por Sam Altman director del sistema de inteligencia artificial ChatGPT desarrollado por la compañía estadounidense OpenAI, y durante los últimos meses ha escaneado el iris de miles de personas a cambio de una compensación económica -criptomonedas- que los usuarios pueden monetizar.

Los responsables de la empresa han explicado que el proyecto pretende emitir un documento de identidad digital que demuestre de una manera infalible que el titular es una persona y no un "chatbot, un "bot" o robot informático.

Más de cuatro millones de personas de 120 países se han inscrito para que Worldcoin escanee su iris, según su página web, pero el proyecto suscitó críticas de defensores de la privacidad desde Argentina hasta Alemania por la recogida, almacenamiento y uso de datos personales.

Qué ocurre con los datos recolectados por Worldcoin

Tiago Sada, responsable de producto, ingeniería y diseño de Tools For Humanity, la compañía que crea productos para proyecto Worldcoin, asegura que la información obtenida en el escaneo de iris no queda guardada en el RAM de los Orbs.

"La información se procesa e inmediatamente después se elimina", subraya en declaraciones al medio Criptonoticias.

Además, el experto señala que el Orb es de código abierto, se pueden conocer exactamente todas las especificaciones. Igualmente, el protocolo de identidad.

"Y ha habido, independientemente de esto, muchas auditorías que están publicadas y demuestran eso. Simplemente, no hay información para hackear porque la información no se guarda", señala.

El dispositivo ORB

España impide escanear el iris

Worldcoin anunció que inició acciones legales contra la orden de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) que le obliga a cesar de forma inmediata en España el escaneo de iris y a bloquear cualquier tipo de tratamiento de los datos que haya recopilado hasta ahora.

La AEPD comenzó a investigar la actividad de esta empresa cuando recibieron varias denuncias de los usuarios que recibían una información insuficiente, por la captación de datos de menores, o porque no se permitía la retirada del consentimiento inicial.

Y el organismo ha advertido además que el tratamiento de datos biométricos -como los que se obtienen de la lectura del iris- están considerados por el Reglamento General de Protección de Datos español como de especial protección, ya que conlleva elevados riesgos para las personas debido a la naturaleza sensible de esa información, razones por las que ha adoptado esta medida cautelar para asegurar el cese inmediato de la actividad de esta empresa y prevenir la posible cesión a terceros de datos personales.

Fuentes de la empresa informaron a la agencia de noticias EFE que cumplen "plenamente" con todas las leyes y reglamentos que rigen la recopilación de datos biométricos y la transferencia de datos, incluido el Reglamento General de Protección de Datos de la UE.

Los responsables del proyecto han insistido en que este opera "legalmente" en todos los países donde está disponible y bajo la supervisión de las autoridades de protección de datos de cada lugar.

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