La evolución de los teléfonos hacia dispositivos imprescindibles en el día a día ocasionó un fenómeno que los analistas dieron en llamar "segundas pantallas". El consumidor presta atención a una pantalla principal, (la televisión) mientras que en la segunda hay otro contenido con el que interactúan y prestan atención. Esto genera cambios en el acceso a contenidos y nuevas oportunidades pero también genera problemas.

Uno de los principales es la menor atención a la publicidad además de menor atención al contenido principal. Sin embargo, esto abre nuevas ventanas para posicionar contenidos, lo que inició la costumbre de que los programas establezcan hashtags o poner contenidos publicitarios y mensajes en la red para que se crucen con lo visto en la televisión.

Esto plantea un nueva manera de hablar de estas pantallas más chicas, pensando en que es un error no entender que para el consumidor son casi como un todo. A la vez, el hablar de segundas pantallas hace pensar en que son secundarias o menos importante, algo que no es exactamente así.

Lo que de hecho ocurre es que la experiencia audiovisual integra de forma absoluta las pantallas múltiples. Según estudios de eMarketer, una sola pantalla dejó de ser suficiente para satisfacerlos durante el proceso de visionado de contenidos.

Las estimaciones muestran que 70% de la población adulta usará a fines del 2019 una pantalla más, sea un celular o una computadora, para navegar en Internet mientras ven contenidos tanto de tv tradicional como de video digital. Estos son datos del mercado norteamericano, pero son tendencias que se pueden extrapolar fácilmente. Esta práctica seguirá creciendo ya que eMarketer estima que para 2020 sea del 72%, algo que en 2016 representaba un 63%.

Otro dato interesante que ni siquiera los contenidos más esperados y deseados logran hacer despegar a los adultos de los móviles. Un estudio de CivicScience apunta que hasta el contenido más atrayente no logra el 100% de atención de los espectadores: el 48% usa otra pantalla mientras ve series y películas y solo el 38% reconoce que no lo hace.

Los expertos creen que esto puede representar una oportunidad para los anunciantes, especialmente aquellos que ven contenidos en plataformas como Netflix que no posee anuncios.

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