El muy anunciado debut en la bolsa de Uber tuvo un sabor agridulce para la compañía y sus inversiones. Este viernes, luego del campanazo en Wall Street, los papeles de la startup se cotizaron a u$s41,57, equivalente a una caída del 7,62%, en los primeros minutos de operaciones.

Así, la empresa comandada por Dara Khosrowshahi alcanzó una valoración total de u$s72.000 millones, cifra que se encuentra por debajo de los u$s90.000 millones esperados.

La compañía vivió incluso momentos de nerviosismo durante toda la jornada, ya que, en los primeros instantes de operaciones, sus acciones cotizaban a u$s42, para luego ubicarse en u$s43,92 y bajar nuevamente.

Así, se encuentra debajo de los u$s45 fijados como precio de salida y de los u$s50 planeados originalmente.

Vale destacar que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China golpearon este viernes a los mercados neoyorquinos influyeron en la esperada salida a bolsa de la tecnológica con sede en San Francisco.

En total, cubrió la Bolsa de Nueva York (NYSE) con 180 millones de títulos, con opción de compra de otros 27 millones.

Además, se suma el antecedente de su rival Lyft, que se estrenó en el Nasdaq hace menos de dos meses y que desde entonces ha perdido más del 20 % de su valor, lo que sembró duda entre posibles compradores.

La expectativa alrededor de la salida a la bolsa de Uber fue altísima en los últimos meses, lo que llevó a la empresa a barajar la posibilidad de un precio de u$s55 por acción, cifra que le iba a permitir alcanzar una valoración total de u$s120.000 millones.

El interés, si bien siguió siendo alto, fue mermando, lo que la obligó a trazar un nuevo plan de acción a un precio más bajo.

Una salida turbulenta

Las métricas financieras y de negocios de Uber fueron objeto de un gran escrutinio en la plaza neoyorkina. La empresa era consciente de ello en la previa: su prospecto incluyó más de 290 páginas de comentarios e información antes de que comience el apéndice financiero.

De antemano, adviertió que los inversores deben tener en cuenta que, desde que fue fundada, ha tenido "pérdidas cuantiosas" y prevé que sus gastos de explotación aumentarán de forma significativa en el corto plazo, por lo que podría no llegar a ser rentable.

Mientras tanto, la mirada de los inversionistas oscila entre la expectativa y la cautela. Con los ecos de la burbuja puntocom todavía reverberando en los oídos de muchos, es normal que se mire de reojo a la startup.

"Es un negocio que no para de perder plata en este momento, ves el balance del primer trimestre de este año y resignó casi u$s1.000 millones. Por ahora es muy malo el resultado que está teniendo", advierte a iProUP José Bano, gerente de Inversión de InvertirOnline.

Sin embargo, aclara que, al mismo tiempo, es una apuesta atractiva, "ya que con un plan de crecimiento tan agresivo como el que tiene, es lógico que tenga que invertir. Uber se fundó en 2010 y ya está en 63 países, eso demuestra que su plan de expansión muy fuerte".

A esto hay que sumar que, a finales de 2018, contaba con un total de 4 millones de conductores en todo el mundo y más de 10.000 millones de viajes realizados en 700 ciudades desde que comenzó sus operaciones. En concreto, un crecimiento fenomenal.

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