En una declaración contundente, Carlos Maslatón desestimó los rumores que lo vinculaban con el respaldo al peso digital, la moneda digital propuesta por el banco central argentino.
En lugar de ello, Maslatón ha enfatizado su apoyo a Bitcoin (BTC) y su posición "antisistema", rechazando cualquier vínculo con la moneda gubernamental.
A través de la red social X, Maslatón respondió a las acusaciones provenientes del partido político La Libertad Avanza, que promueve al economista Javier Milei. Los miembros de este partido lo habían señalado como un promotor del peso digital argentino.
En respuesta, Maslatón declaró: "Los enfermos de La Libertad Avanza dicen que yo inventé, promuevo o voy a imponer el peso digital argentino del Estado. ¿Están locos? Soy bitcoinero. Anti-moneda gubernamental trazable".
La polémica se intensificó después de que Felipe Núñez, economista y seguidor de Javier Milei, calificara a Maslatón como un "fascista que impulsa el peso digital para esclavizar a todo el país".
La respuesta de Maslatón ha sido contundente, buscando desvincularse por completo de la propuesta del actual ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, de implementar la moneda digital en Argentina.
Maslatón también expresó sus críticas hacia la propuesta de dolarización presentada por Javier Milei. Argumentó que la dolarización haría que Argentina perdiera su soberanía monetaria y quedara sujeta a las políticas económicas de la Reserva Federal de los Estados Unidos.
Este enfoque equipararía a Argentina con países como Ecuador, Panamá y El Salvador, donde el dólar estadounidense juega un papel dominante en la economía.
En un giro inesperado, Maslatón propuso la creación de una "moneda primaria" emitida en la provincia de Buenos Aires, un activo centralizado con emisión finita y delimitada, similar a Bitcoin pero en forma de papel. Argumentó que esta moneda sería una "defensa liberal" contra la posible dolarización impulsada por Milei y sus seguidores.
Sin embargo, la propuesta de la "moneda primaria" también fue objeto de críticas. Los detractores cuestionaron cómo Maslatón podría autodenominarse "bitcoiner" mientras promovía un activo centralizado. En las redes sociales, las críticas no se hicieron esperar, evidenciando la controversia en torno a sus declaraciones.