El banco internacional Standard Chartered hizo una audaz predicción de precios para la segunda criptomoneda más grande del mundo, Ethereum. Sin embargo, parece mucho "hype" considerando la acción actual del activo en el mercado.
El 11 de octubre, los analistas de Standard Chartered predijeron que los precios de Ethereum podrían alcanzar los u$s8.000 a finales de 2026.
El jefe de investigación de activos digitales del banco, Geoff Kendrick, expresó que a medida que Ethereum se utilice más ampliamente en contratos inteligentes, videojuegos y la tokenización de activos tradicionales, su precio aumentará.
Además, no se detuvo ahí, prediciendo enormes ganancias a largo plazo, según Reuters: "Consideramos el nivel de u$s8.000 como un trampolín hacia nuestra estimación de valoración ‘estructural’ a largo plazo de u$s26.000-35.000".
El analista añadió que esa estructura se extiende hacia el futuro y hasta 2040: "Esa valoración supone casos de uso futuros y flujos de ingresos que pueden no haber surgido todavía, aunque los casos de uso del mundo real de juegos y tokenización deberían respaldar su desarrollo".
Una gran predicción del precio de Ethereum
Observar las ganancias del ciclo pasado podría dar una señal de qué tan alto puede subir Ethereum en el próximo ciclo. Además, desde su lanzamiento en 2015, el activo solo pasó por dos ciclos de mercado importantes.
En enero de 2017, ETH se cotizaba a alrededor de u$s10. En enero de 2018, se había disparado a u$s1.450, lo que supone una ganancia de más del 14,000%.
En diciembre de 2018, se desplomó hasta un mínimo del mercado bajista de u$s85. A partir de ahí, alcanzó un máximo histórico de u$s4.878 en noviembre de 2021, una ganancia de más del 5.600%.
Su mínimo del ciclo actual fue de alrededor de u$s1.000 en junio de 2022. Por lo tanto, para alcanzar el precio previsto por el banco de 8.000 en el próximo mercado alcista, Ethereum solo necesitaría ganar un 700%.
Suena muy plausible si se consideran los ciclos de mercado anteriores. Además, factores fundamentales como la emisión deflacionaria, el staking, las actualizaciones de escalabilidad y la adopción institucional contribuyen al optimismo a largo plazo del activo.