La historia clínica electrónica (HCE), única e integrada, acelera sus pasos en Argentina: las normativas ya acompañan las acciones para tener una herramienta moderna e imprescindible para acceder a una atención médica de calidad y diseñar políticas sanitarias.

El Gobierno sancionó hace unos días el decreto 393/2023 para reglamentar la Ley 27.706, que crea el Programa Federal Único de Informatización y Digitalización de Historias Clínicas y permitirá contar con acceso a antecedentes médico, en cualquier hora y lugar a un click de distancia.

Historia clínica electrónica: qué es y para qué sirve

La forma más sencilla de graficar su importancia es la del accidente físico en vacaciones, donde la distancia geográfica hace imposible asistir al centro de salud de cabecera. Esto ya no representará un problema porque la información de cada paciente pasará a estar integrada y disponible en sistemas informáticos.

En diálogo con iProUP, Joia Nuñez, médica especialista en Pediatría e Informática en Salud, define a la HCE como el "registro de información médica que incluye todos los actos de salud de cada paciente, los procesos asistenciales indicados y recibidos, aceptados o rechazados, y la información actualizada de su estado".

Para ella, este avance involucra "modernizar la forma en que se recopila, almacena y accede a la información médica de los pacientes, con el propósito de mejorar la atención y garantizar la seguridad de los datos personales".

En igual sentido, Daniel Rizzato Lede, consultor de Salud Digital en el Centro de Implementación e Innovación en Políticas de Salud (CIIPS/IECS), celebra que esta reglamentación involucre "avanzar por el camino planteado en 2018 con la Estrategia Nacional de Salud Digital".

La Historia Clínica Electrónica permitirá a los pacientes compartir sus datos de salud en cualquier sanatorio

"En un país federal, con 24 jurisdicciones y tres subsectores de salud (público, privado y seguridad social), se comprende que la mejor forma de digitalizar e integrar la información de cada paciente no es imponiendo un sólo sistema, sino interconectándolos a todos, nuevos o existentes", afirma Lede a iProUP.

También destaca la importancia de contar con una herramienta que, luego de muchos debates y tensiones, consensuara la posibilidad de integrar la multiplicidad de sistemas y desarrollos existentes en cada salita de barrio, clínica privada y hospital del país.

Se trata de un horizonte: soluciones de este tipo ya funcionan en Uruguay (Historia Clínica Electrónica Nacional (HCEN), Brasil (Red Nacional de Datos de Salud o RNDS); Canadá (Health Infoway); Australia (My Health Record) y Estonia (X-Road).

"En todos estos casos, los pacientes tienen acceso a su información mediante apps seguras para datos de salud, que favorecen la participación y toma de decisiones", aclara Lede.

Historia clínica electrónica: cómo avanza en el país

La provincia de Buenos Aires es uno de los distritos más avanzados: desarrolló sistemas propios y también legislaciones. Busca cumplir con los lineamientos nacionales.

En diálogo con iProUP, Leticia Ceriani, subsecretaria de Gestión de la Información, Educación Permanente y Fiscalización bonaerense, valora el esfuerzo por regular criterios de interoperabilidad y pondera que esta ley "ponga el eje en el Estado como proveedor y garante de la seguridad de su historia clínica".

La Historia Clínica Electrónica también ofrece a los gobiernos implementar mejores políticas de salud basadas en datos

Buenos Aires fue una de las primeras provincias en implementar la HCE y también una de las que realizó más aportes al desarrollo original, que es público y colaborativo. El distrito cuenta con más de 2.000 centros de salud y más de 300 hospitales. Y trazó un ambicioso objetivo: llegar a la totalidad de los sistemas provinciales digitalizados en 2027.

Hoy, 30 de sus 135 municipios muestran diferentes tipos de avances en la materia. Y siete tienen su salud 100% digitalizada (como Berisso, Carmen de Areco, Ensenada y Roque Pérez), junto con 28 de los 42 hospitales provinciales existentes.

"Es un enorme avance, porque todas las personas nos atendemos en múltiples instituciones", valora la funcionaria, y celebra que la información deje de estar fragmentada.

Otra ventaja de esta iniciativa es la posibilidad de acceder a turnos: si una persona que se atiende en una salita de emergencias necesita hacerse un estudio de mayor complejidad, puede acceder al turno sin realizar una gestión adicional.

"Eso solo es posible si el sistema de salud está conectado", explica Ceriani, quien aclara que "esto es mucho más que modernizar el sistema: es generar mejores condiciones de acceso, facilitar la continuidad de los cuidados y el trabajo de los profesionales".

Esta transformación digital permitió, además, conseguir buenos resultados durante y después de la pandemia. Por ejemplo, organizar la vacunación e identificar personas con enfermedades de base para desarrollar estrategias.

El principal desafío de la Historia Clínica Electrónica es el cambio en la cultura organizacional del personal de salud

Tras el sondeo poblacional por covid-19, se incrementó 76% el padrón de personas diagnosticadas con diabetes para abastecerlas de medicamentos e insulina, a través del programa conocido como Prodiaba.

"Los pudimos contactar y darles seguimiento por tener esos datos. Es un claro ejemplo de decisiones sanitarias que pueden tomarse al contar con sistemas de información", admite Ceriani. Por estos días, incluso, se identificó que en la provincia se prescriben cada vez más medicamentos vinculados a la salud mental (ansiedad y depresión).

La funcionaria indica que "ahí hay mucho trabajo que hacer, porque dice mucho respecto a qué le está pasando a la población; una información que no tendríamos si usamos  sistemas en papel".

Historia clínica electrónica: desafíos de la normativa

La normativa nacional prevé la unificación de los criterios, pero también las medidas de autenticidad y seguridad. La propia Nuñez precisa algunos puntos clave de la normativa; por ejemplo:

Núñez remarca que "se establece al Ministerio de Salud como autoridad de aplicación, asumiendo un rol clave en la regulación y coordinación de la implementación de las HCE. Estará a cargo de la definición de estándares técnicos y de comunicación para asegurar que los diferentes sistemas puedan interactuar y que la información sea consistente", completa.

En su visión, esta reglamentación "es un paso adelante hacia un flujo de información fluida, respetando la confidencialidad y aspirando a la excelencia en la atención al paciente, poniéndolo en el centro de la escena", y pincela un lugar privilegiado donde el paciente es protagonista.

"Así como sucedió con el homebanking o pagos QR, progresivamente los sistemas de información en salud interconectados mejorarán la vida de los ciudadanos al facilitar el acceso a datos y servicios sanitarios cuando se necesiten", resume Rizzato Lede.

La interoperabilidad es un desafío en sí, porque los sistemas no siempre son compatibles. Núñez agrega que "existe un reto en el cambio de la cultura organizacional para aceptar la colaboración y adaptación gradual de los profesionales médicos"

"La adopción efectiva de sistemas interoperables demanda la consideración de regulaciones legales variadas, gestión de la propiedad, competencia en el acceso a la información y una gestión del cambio integral y coordinada", advierte.

Lede coincide que "más allá de la necesidad de recursos económicos, el principal desafío es la gobernanza", por lo que anticipa que "harán falta incentivos que favorezcan la implementación de sistemas y estándares".

Y ejemplifica como medidas posibles que el pago de los financiadores (obras sociales o prepagas) y recupero ante el sistema que utiliza la Superintendencia de Salud requiera de documentos electrónicos y no escaneo de papeles.

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