Concluye el 2022 y uno de los casos que más revuelo genera (y generará por varios meses), en el mundo de las criptomonedas es el de FTX.
El colapso total que sufrió la exchange, a partir del desplome de su token, con sospechas de movimientos fraudulentos, llevó a la entrada en bancarrota, renuncia de su CEO y fundador, y hasta desaparición del mismo por numerosos días.
Este conjunto de factores llevó a que la empresa quebrará y congelara definitivamente sus operaciones, un hecho que afectó a millones de usuarios en todo el planeta.
Sin embargo, apareció una luz de esperanza para las personas que confiaron en la plataforma cripto en un país en particular.
Se trata de Japón, en donde la división de FTX de dicho país indicó que todo usuario afectado a partir del colapso de operaciones del exchange verá un reembolso de sus fondos perdidos desde febrero de 2023.
Así lo confirmó la propia empresa en un comunicado en su blog oficial. Allí, reveló también que el equipo de FTX Japón acordó con los abogados correspondientes el arreglo de que los fondos de los clientes japoneses no formasen parte de los activos del servicio.
De esta manera, en conformidad con las leyes del país asiático, los montos deberán ser devueltos a los usuarios que se vieron perjudicados.
Para hacerlo, los usuarios de FTX Japón deberán completar un formulario y crear una cuenta en Liquid Japón, exchange cripto que fue comprado por FTX Group a comienzos de 2022.
Una vez verificados sus saldos, los retiros de los fondos acopiados en el intercambio de criptomonedas cerrado pasarán a estar disponibles en sus wallets a mediados de febrero de 2023.
Particularmente en ese país, FTX Japón detuvo los retiros de los clientes el 8 de noviembre, apenas después de que los reguladores financieros japoneses decretasen la suspensión de actividades con base en los sucesivos problemas operativos que registró la compañía y sus demás filiales a comienzos de dicho mes.
Tan solo tres días después, el exchange que supo ser uno de los más grandes por capitalización de mercado a nivel mundial, se declaró oficialmente en bancarrota.
De todas formas, a pesar de esta luz al final del túnel para los usuarios japoneses, FTX advirtió que existe la posibilidad de que los reembolsos sufran retrasos eventualmente, dada la alta demanda que puede generarse por este servicio.
Un informe publicado por el tribunal del país caribeño en el que estuvo escondido Bankamn-Fried detallaron que FTX, tomó prestados unos u$s546 millones de Alameda Research, la firma de inversiones cripto paralela creada por el mismo CEO.
Lo polémico de este accionar fue que dicho monto se habría usado para financiar la adquisición de acciones de Robinhood, el servicio que permite a usuarios invertir en criptomonedas y acciones de grandes compañías.
Esas acciones fueron más tarde empleadas por el empresario cripto como garantía de un préstamo tomado por Alameda de BlockFi, una de las tantas organizaciones que reclaman las acciones.
El reporte dejó constancia de una declaración jurada del mismo SBF, admitiendo que él y el otros cofundador de FTX, Gary Wang, tomaron la suma mencionada de Alameda entre abril y mayo de 2022, con la que compraron una participación accionaria de 7,6% de la competencia.
Como si fuera poco, la operación se habría llevado a cabo mediante la firma fantasma de Bankman-Fried con sede en Antigua, Emergent Fidelity Technologies Ltd.
La revelación de los préstamos complicaría la sentencia en curso por la que se acusa a FTX, dados los más de 56.000.000 de acciones tomadas de Robinhood, que ahora valen alrededor de u$s440.000.000.
Según sostuvieron los informes, el propio SBF, de hecho, pretende reclamar estas acciones a su nombre, algo que deberá disputar con FTX Group bajo su nueva administración y con BlockFi.
Estos respondieron recientemente con la afirmación de que tienen derecho sobre la participación accionaria a razón de un trato que habrían hecho con el exCEO de su empresa antes del colapso.