Miles de acreedores, inversores y otras billeteras quedaron expuestos y todavía no pueden recuperarse en medio del temblor que significó el colapso de FTX, que fuera el tercer exchange de criptomonedas más grande del mundo.
No sólo eso, tras el desplome de la firma, otro gigante cripto como BlockFi se declaró en bancarrota. Antes de este nuevo crash, la red Terra y el prestamista Celcius también cayeron en desgracia.
Las cotizaciones de muchas de las divisas experimentaron, a raíz de estas noticias, fuertes caídas y la incertidumbre se apoderó de los inversores individuales.
En este contexto, el banco Goldman Sachs planea gastar millones de dólares para comprar o invertir en empresas de activos digitales cuyo precio se redujo tras la crisis.
Mathew McDermott, jefe de activos digitales de la institución financiera, indicó que veían algunas oportunidades realmente interesantes, con un precio mucho más sensato.
"La implosión de FTX ha aumentado la necesidad de jugadores de criptomonedas regulados y más confiables, y los grandes bancos ven una oportunidad para retomar negocios", aseguró.
Como consecuencia del colapso que derivó en la bancarrota de FTX, el ecosistema de las criptomonedas respondió con temor de una situación similar, por lo que hubo una mayor regulación.
BlockFi, que ofrecía servicios financieros de divisas digiteles, afrontó fuertes inconvenientes financieros tras la caída del ecosistema de Terra, y también se declaró en bancarrota.
"Definitivamente ha hecho retroceder al mercado en términos de sentimiento, no hay absolutamente ninguna duda de eso", sostuvo Mathew McDermott, jefe de activos de Goldman Sachs.
Además, explicó que FTX había sido un "niño de cartel" en muchas partes del ecosistema, y que la tecnología subyacente aún funcionaba.
David Solomon, director ejecutivo del banco, expresó que a pesar de que las criptomonedas tenían una consideración especulativa sobre ellas, tenían mucho potencial en esta tecnología a medida que se formalice su infraestructura.
Goldman Sachs ve oportunidades de contratación en medio del despido masivo de personal por parte de empresas de tecnología y criptomonedas.
El papel de los reguladores tras el colapso de FTX fue fuertemente analizado debido a los estrechos vínculos entre el ex CEO Sam Bankman Fried y los responsables políticos.
Algunos informes indican que ocho congresistas, cinco de los cuales recibieron donaciones de FTX, trataron de impedir que la Comisión del Mercado de Valores (SEC, por sus siglas en inglés) investigara a FTX.
El CEO de Coinbase, Brian Armstrong, no se mostró muy satisfecho con el fracaso de los reguladores a la hora de evitar otro contagio.
Además, afirmó que las medidas coercitivas contra empresas con sede en Estados Unidos por las irregularidades cometidas por un exchange de criptomonedas en el extranjero no tienen sentido.
Armstrong también culpó a la SEC de no haber elaborado una normativa a tiempo, lo que ha provocado que casi el 95% de las actividades de trading se hayan trasladado a exchanges extranjeros.
Por su parte, Jim Preissler, cofundador del proveedor de servicios de exchange descentralizado SOMA.finance, explicó que la mayoría no entiende del todo el papel de los reguladores como la SEC.