Para muchos hay que repensar como los exchanges crean sus propias monedas, los llamados "tokens de intercambio", por el impacto que su caída puede tener en el ecosistema cripto.
Un ejemplo cercano es el de FTX, dado que uno de los mayores culpables de su caída sfue su propio token, FTT, que su utilizó para hacer grandes transferencias de fondos de usuarios a Alameda.
En su momento Bankman-Fried decía en una entrevista con Forbes: "La forma en que funciona el FTT no es que se obtenga FTT gratis por hacer cosas. La forma de pensarlo es que obtienes cosas gratis por tener FTT. Así que hay un montón de chorradas".
En su mejor momento FTT tuvo un valor de mercado de 9.600 millones de dólares, pero a diferencia de una acción común, no representa ninguna propiedad de capital en la empresa FTX.
Mirado desde otro punto de vista, los tokens de intercambio son algo parecido a los puntos de fidelidad o de recompensa que se pueden obtener como cliente frecuente de un comercio, con la diferencia que pueden hacer caer a una empresa.
Y el problema más grave es que este tipo de tokens cotizan como cualquier otroa cripto, y an te cualuier proble,a su cotización cae en picada, como lo que pasó cuando Binance no quiso ayudar a FTX con sus FTT. Lo siguiente: un sistema colapsado y miles perdiendo sus ahorros.
Otro token de estas características en el BNB de Binance, que fue diseñada para recompensar el comportamiento de los clientes, pero que actualmente cotiza como cualquier otra cripto, y tiene una capitalización de mercado de 45.900 millones de dólares.
Por suerte, y a diferencia de otras BNB no representa ninguna participación en la empresa de Changpeng Zhao ni ha sido registrado como valor en la SEC de Estados Unidos. Pero el peligro aún subsiste.
Pero hay más. Según una investigación de Forbes, existen más de 16 intercambios globales de criptomonedas y DeFi que utilizan actualmente estos tokens, por un valor de mercado combinado de no menos de 62.000 millones de dólares.
El problema es que con las ventajas que les ofrecen a los usuarios, generalmente están sobrecotizados, y podrían funcionar como el combustible de las burbujas autocumplidas de las criptomonedas.
A lo dicho con anterioridad, se suma la costumbre de muchos exchange, como lo hacía FTX y ahora lo hace BInance, que cada cierto período de tiempo "queman" tokens, lo que redunda en que su valor crezca, al haber menos en circulación.
En su historia, FTX "quemó" 21 millones de tokens FTT. Y desde su creación, Binance ha quemado 42 millones de tokens BNB.
Como indican desde FOrbes USA, en términos de gobernanza, los tokens de intercambio, al igual que los programas de recompensa por fidelidad, están completamente bajo el control de la entidad que los emite o canjea, incluso si profesan atenerse a calendarios preestablecidos de emisión o quema. Los tokens DeFi, por el contrario, afirman ofrecer a sus titulares la capacidad de proponer y votar sobre los cambios de la plataforma. Pero en realidad, muchas grandes plataformas DeFi concentran la gobernanza en manos de grandes inversores y equipos fundadores.