A través de los años el ecosistema cripto ha tenido grandes vaivenes que ponían en duda su valizez, pero sobrevivía. ¿Ha sido lo de FTX la estocada final?
Han pasado sólo días dese el desbanque y quiebra de FTX. De ser un niño mimado de la industria y ser reconocido por sus pares y ajenos, ahora Sam Bankman-Fried se ha convertido en el malvado de la película.
Y no es para menos. Lo sucedido con FTX podría considerarse la estocada final a un sistema que comenzó a generar muchas dudas desde la desaparición de Terra/Luna y la llegada del criptoinvierno.
De los 32.000 millones de dólares en que estaba valorada FTX, y los 16.000 millones de dólares que parecía tener, Sam Bankman-Fried ahora está desparecido y nadie lo puede encontrar, como sus activos.
Y los reguladores, gobiernos y organismos de control no paran de decir que es el momento de ponerse más firmes con las criptomonedas.
Porque de estar en la cima, en 15 días sólo queda casi un millón de acredores que ven perdidos sus ahorros e inversiones, cada vez más empresas cerrando o tambalenado por el efecto cascada, e investigaciones de todo tipo a la orden del día.
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Como bien define el artículo de The Economist en que se basa esta nota: nunca antes las criptomonedas habían parecido tan criminales, derrochadoras e inútiles.
El problema es que cuando más se ahonda en las investigación sobre lo que pasó, más cosas funestas aparecen, y que involucran a muchos actores del ecosistema cripto, que si no actuarond e forma fraudulenta, por lo menos se los puede acusar de no haber protegirdo los intereses de sus usuarios y clientes.
Y todo esto en medio de una crisis mundial que hace que no se puedan derivar recursos para paliar lo acontecido, ni ser magnánimos con las consecuencias que ha traído.
Muchos se preguntan ahora, y son cada vez más, sin las criptomonedas pueden llegar a ser útiles para algo más que estafas y especulación.
También muchos señalan que luego de 14 años desde la creación de bitcoin, que diera el puntapié para la creación de muchas más cripto basadas en la tecnología blockchain (que hay que ver cómo sale parada luego de este asunto), ninguna de las promesas sobre lo que representaba sobre una nueva forma de poder realizar transacciones reemplazando al dinero común, de forma transparente y segura, se han cumplido.
Hasta ahora lo que más se ha visto es especulación a la imagen de cualquier bolsa convencional, sin los logros "humanitarios" que pretendía tener.
Se han utilizado enormes cantidades de dinero, tiempo, talento y energía para construir lo que vienen a ser casinos virtuales, indica Teh Economist, en un medio que, como las finanzas tradicionales, está lleno de blanqueadores de dinero, los evasores de sanciones y los estafadores.
En estas circunstancias son cada vez más los que piden que se regule con firmeza a las criptomonedas, y señalan que nadie puede predecir qué innovaciones darán fruto y cuáles no.
Tal regulación tal vez debería enfocarse en tratar de garantizar que se minimicen los robos y el fraude, como en cualquier otra actividad financiera. O tal vez mantener ambos sistemas, el cripto y el tradicional, completamente separados, y que cada quién se haga responsable de sus apuestas e inversiones. Un paso sería exigir que las bolsas respalden los depósitos de los clientes con activos líquidos.
Hay mucho para considerar, tal vez no ha sido la estocada final, pero si lo acontecido plantea que hay que reveer en prfunidad la forma en que se maneja y regula el ecosistema cripto, indica The Economist.