El 11 de noviembre, la plataforma de compraventa de criptomonedas y otros activos criptográficos FTX se adhirió a la protección del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos.
El objetivo de la exchange fue llevar a cabo de manera ordenada el proceso de evaluación y liquidación de activos en beneficio de las partes interesadas según informó la compañía, cuyo fundador y consejero delegado, Samuel Bankman-Fried, dimitió de sus funciones.
En un comunicado, la plataforma precisó que el proceso de FTX Group incluye a FTX US, así como a la firma comercial Alameda Research y un total de 130 entidades afiliadas.
Asimismo, la firma anunció la dimisión de Samuel Bankman-Fried como consejero de legado de la compañía, al frente de la cual se designó a John J. Ray III.
Por otro lado, el pasado lunes se presentó un nuevo documento en un tribunal federal de Estados Unidos en Delaware, donde tiene su sede FTX US, en el que se reveló que el exchange tendría más de un millón de acreedores en estos casos del Capítulo 11.
Esto se produjo después de la declaración voluntaria de bancarrota de Bankman-Fried, que establecía inicialmente 100.000 acreedores.
La nueva dirección de FTX, ahora con John Jay Ray III como CEO, pidió consolidar los reclamos en una sola lista de 50 personas y organizaciones por la superposición y el número de acreedores involucrados.
La empresa también solicitó a los tribunales el permiso para presentar el documento a través del correo electrónico en vez del postal.
La última publicación se refiere a los últimos días de Sam Bankman-Fried como director ejecutivo del exchange.
En él, se apuntó que antes de lo sucedido el 11 de noviembre, se cuestionó su liderazgo y su manejo de la "compleja gama de activos y negocios de FTX" bajo su mando.
Además, el expediente puso el foco en los intereses de los reguladores del mundo, por la trascendencia de FTX entre los principales exchanges a nivel global.
"Existe un interés sustancial en estos eventos entre las autoridades reguladoras de todo el mundo", apuntaron.
Durante los últimos días, corrieron varios rumores acerca del paradero de Sam Bankman-Fried, fundador y ex CEO de FTX.
En cierto momento, incluso, se sugirió que el estadounidense pudo estar en la Argentina, posibilidad que comenzó a circular como un rumor, pero que ganó fuerzas con el correr de los minutos.
Su avión privado despegó en la noche del viernes desde el aeropuerto de Bahamas, donde se encuentra la sede de su empresa, y aterrizó el sábado pasado en un aeropuerto de Buenos Aires.
Pero el propio Bankman-Fried fue el que negó esas insinuaciones el sábado pasado, con la revelación de que estaba en Bahamas.
No obstante, recientemente, una fuente cercana aseguró que él, junto con otros tres directivos de FTX y la CEO de Alameda Research, Caroline Ellison, tenía la intención de llegar a Dubái.
Una fuente allegada al gobierno norteamericano sostuvo que si los miembros de FTX pisaban los Emiratos Árabes Unidos, serían enviados inmediatamente de nuevo a los Estados Unidos.