Todavía no pasó un año desde el lanzamiento de la primera tarjeta para pagar con criptomonedas en Argentina, y su popularidad aumentó, junto con el uso de los clientes.
Las empresas que brindan este servicio permiten obtener reingresos de entre un 2% y un 21% en activos digitales, además de descuentos exclusivos o para eventos y locales comerciales.
En el país, hay por el momento siete compañías nacionales y del exterior que ofrecen tarjetas de débito Visa y Mastercard para abonar con estas divisas.
Ellas son Lemon, Buenbit, Belo, Decrypto, Satoshi Tango y Let's Bit, a nivel local, y Binance, por el lado internacional.
La primera plataforma mencionada fue una de las primeras en permitir el pago con criptomonedas, al mismo tiempo que lo hace en pesos.
Lemon emitió en el último año más de 760.000 tarjetas VISA, que incluyen un reintegro de un 2% en Bitcoin (BTC) en todas las compras.
Alejo Blasco, director de comunicaciones de Lemon, indicó que el uso más frecuente de las tarjetas cripto es de los usuarios que realizan sus consumos en pesos para recibir satoshis (porciones de Bitcoin) por cada compra.
"Estos usuarios utilizan Bitcoin como moneda de respaldo en caso de no tener fondos suficientes en pesos, mientras van generando ganancias cripto semanales por guardar sus activos en la app", le explicó a Télam.
Asimismo, añadió que otro caso de uso era de consumidores que efectúan sus gastos directamente en monedas estables.
Belo, otra de las empresas pioneras en el mercado argentino, ya tiene más de 400.000 clientes. Un 80% de ellos se encuentra en un rango de edad entre 20 y 40 años.
La plataforma contiene una Mastercard que facilita el pago con pesos argentinos, así como también con DAI, USDT, USDC, Ether y Bitcoin, aparte de otorgar un reintegro aleatorio de cualquiera de las divisas.
El exchange Buenbit relanzó en octubre su tarjeta prepaga Mastercard, con la que se puede realizar pagos en pesos o con cualquiera de las criptomonedas del portal.
Recientemente, agregó la posibilidad de sumar puntos para obtener reintegros de entre un 2% y un 5% de una divisa a elección.
Los usuarios de su tarjeta suelen gastar en servicios cotidianos, como supermercados, servicios profesionales, comida rápida, combustibles, juegos digitales y gastronomía, taxis y transportes, farmacias, pastelería y bares.
Federico Ogue, director ejecutivo de la compañía, sostuvo que tenían dos tipos de usuarios: el ahorrista y el inversor.
Además, explicó que su objetivo era representar la evolución de las finanzas e inversiones con un producto "all in".
"Hoy trabajamos para ofrecer la mejor solución en ambos segmentos, incorporando al juego otros 'assets' que complementen la diversificación con criptomonedas en un mismo lugar", profundizó.