WeWork sigue creciendo en España y el mundo. La compañía especializada en espacios flexibles para oficinas, abrirá un nuevo centro de coworking en Madrid, el quinto que posee en la capital española.
La empresa ocupará el edificio completo de la calle Francisco Silvela 106, que ha sido rehabilitado por completo y que es propiedad del fondo estadounidense AEW. El inmueble dispone de una superficie de 6.000 metros cuadrados, distribuidos en ocho pisos y posee 63 ubicaciones para estacionar, terraza y patio con jardines.
Tanto en Madrid, como en Barcelona este tipo de espacios laborales han crecido sin parar. Las empresas de coworking alquilan el sitio y a su vez subalquilan los puestos de trabajo a otras empresas, normalmente pymes o consultora, que suelen necesitar espacios más pequeños o alquileres de pocos meses, a la vez que ofrecen instalaciones con diseños atractivos y lugares comunes. Otras empresas que se han agregado a este mercado son Utopicus, Regus, Spaces y Loom y la tendencia parece indicar que habrá más.
Esta operación es parte del plan de expansión del gigante de coworking en Madrid, ciudad que ya cuenta con otros cuatro espacios. Al mismo tiempo, WeWork posee dos en Barcelona y planea inaugurar otros tres. El emprendimiento inmobiliario tiene su base en New York y no cotiza en bolsa, a pesar de estar valuada en 47.000 millones de dólares, lo que hace que se ubique como la única que está detrás de Simon Property, la mayor inmobiliaria del mundo.
Por su parte Utopicus, principal competidora del gigante, anunció una inversión de 30 millones de euros para sumar 6 espacios en Madrid y Barcelona a los 7 que ya posee en la actualidad. Esto es parte de un gran boom mundial en la actualidad del sector, hay aproximadamente 24.000 coworkings en todo el mundo y más de 150 en Argentina que ofrecen soluciones a medida a distintos sectores de la economía.
Lo que también sorprende es la buena respuesta de quienes trabajan en un espacio coworking, ya que le asignan una valoración de 6 en una escala de 7 puntos, según el Harvard Business Review. Incluso, supera la de empleados de oficinas tradicionales. No sólo se trata de espacios que conjugan tecnología y comodidad, sino de un nuevo paradigma: se busca que las horas que una persona pasa en su empleo sean más amenas, que pueda tener una mayor interacción y que haya espacio para la innovación.
Un sondeo entre 4.000 personas que utilizan los espacios de WeWork da cuenta de que la colaboración y los espacios de trabajo están directamente conectados con la satisfacción del empleado. Más aun, siete de cada diez manifiestan sentirse satisfechos porque pueden interactuar con gente de otras compañías, al menos una vez por semana.