Bitcoin (BTC), muchas veces considerado como el "oro digital" por los especialistas, tiene algunos puntos en común con el mineral.
Tanto la criptomoneda y el metal precioso son utilizados como depósito de valor y como medio de intercambio.
La capitalización del mercado actual del BTC es de más de u$s366.000 millones, mientras que la del oro supera los u$s11 billones.
Este último, cuenta con un caso de uso adicional, a través de la joyería, aunque su naturaleza física complica su almacenamiento y su transferencia.
Por el lado de la divisa digital, es posible transferirla con mayor rapidez y facilidad, y no depende de un tercero para las transacciones, como puede ser la verificación de un lingote por un especialista.
Pero Bitcoin aún está muy lejos del marketcap del oro. De hecho, para alcanzar su nivel, debería aumentar 30 veces su valor actual.
La comparación entre el Bitcoin y el oro es un debate instalado entre los especialistas del ecosistema, y en él reflejan distintas posturas.
Una de las tantas opiniones al respecto la brindó el economista Peter Schiff, quien consideró que el BTC no estaba respaldado por nada de un "valor intrínseco".
El presidente y propietario de Euro Pacific Capital manifestó en un podcast que el verdadero éxito de la criptomoneda se basa más en su compras por las personas, y que esa era la única forma de subir su precio.
"No es como el oro, donde puedes hacer joyas con él o conducir electricidad con él o usarlo en todo tipo de aplicaciones industriales como otros metales", expresó.
Otra personalidad con la postura en contra de la divisa digital es Michael Saylor, cofundador de MicroStrategy, quien sostuvo que era una mercancía que proporcionaba beneficios utilitarios.
De todas maneras, el emprendedor estadounidense pronosticó que la capitalización de mercado del Bitcoin superaría ampliamente a la del oro, al acercarse a los u$s100 billones.
Los metales como el oro son los más elegidos por los inversores y, en los últimos años, quedó demostrado por qué.
En primer lugar, se debe tener en cuenta su estabilidad. Mientras todas las monedas -ya sean virtuales o no- se desmoronan, el oro mantiene su valor e incluso logró incrementarlo.
Esto se debe a que es un mineral limitado por la naturaleza. No depende de gobiernos ni de decisiones políticas. A la vista está que esto no sucede con otros tipos de inversión.
También es necesario hablar de su aceptación. El oro es un metal deseado a nivel mundial, por lo tanto, en cualquier lugar lo reciben y lo valoran adecuadamente.
Su precio se mantiene sin importar cuantas fronteras crucemos. A esto se le puede sumar la liquidez. Al ser aceptado en cada lugar, también se logra convertirlo en efectivo rápidamente en cualquier sitio.
Por último, se debe mencionar la fácil adquisición. A la hora de comprar dólares se deben abonar impuestos extra y tener en cuenta la cantidad que queramos adquirir.