Bitcoin, la criptomoneda más famosa, es un protocolo dinámico en el que los desarrolladores trabajan para garantizar que el protocolo pueda prosperar en el tiempo.
Al estar descentralizado, el proceso para las correcciones o actualizaciones no surge de una decisión tomada "desde arriba".
Dentro de Bitcoin, no hay líderes que representen a las masas, sino que la "gobernanza" viene de una construcción de consenso, donde todos los participantes conservan la voluntad.
Basicamente es un sistema de suscripción, en el que todos pueden optar por continuar su propio camino, y donde el protocolo no cambia a no ser que se considere absolutamente necesario.
Es decir, que si no hay un acuerdo mayoritario, no se modificará nada, pero a su vez los que quieran cambiar pueden hacerlo libremente por su propio camino.
El proceso formalizado para realizar ajustes es el Bitcoin Core, que es elegido por la comunidad de nodos y define las reglas del protocolo Bitcoin.
La actualización de código se formaliza con el uso de Propuestas de Mejora Bitcoin (BIP, por sus siglas en inglés), las que se prueban para establecer un "consenso aproximado en la comunidad".
Una vez logrado, se integra un BIP en la implementación del cliente del Bitcoin Core, para que luego la red de usuarios instale la nueva versión del software cliente.
Este último paso es muy importante ya que el control sobre lo que es Bitcoin, se mantiene entre los usuarios finales.
Gran parte de los BIP que se implementan, aportan modificaciones que son compatibles con versiones previas del protocolo.
Así, todos los nodos de la nueva versión siguen siendo compatibles con los que ejecuta la anterior, y viceversa, lo que a veces se lo llama una "bifurcación suave".
De esta manera, la "última palabra" sobre la aceptación de la propuesta la tienen los nodos, y no los desarrolladores.
Bitcoin es lo que sus usuarios dicen que es, y entonces, evoluciona de acuerdo con el amplio consenso de sus participantes.
Entre ellos se encuentran desarrolladores, mineros, intercambios, proveedores de billeteras, custodios, operadores de nodos independientes y usuarios finales.
La lucha de poder entre todos los involucrados no permite que ninguno pueda ejercer un poder o influencia considerable.
Sin embargo, la alta cantidad de nodos de Bitcoin, que deciden independientemente qué cliente de Bitcoin Core usar, les otorgan cierto dominio sobre los desarrolladores.