El último informe de Argenconomics reveló un llamativo dato para la industria del conocimiento, y en particular para el segmento de servicios informáticos: se estima que en un lapso de 3 años, se renueva totalmente la dotación del personal de una empresa.
Esta rotación, que supera en algunos casos el 30% por año, evidencia, por un lado, los cambios en los paradigmas sociales de los jóvenes profesionales, donde dedicar toda la carrera a una misma compañía parece algo del pasado.
Pero también, por otro lado, refleja el fenómeno de la fuga de talentos en nuestro país, potenciada por la brecha cambiaria y los atractivos sueldos en dólares que ofrecen empresas de servicios en el exterior.
La pandemia aceleró la transformación digital, y en los últimos dos años el 36% de todas las contrataciones fueron en tecnología.
Cuando observamos la industria, vemos que las consultoras, Start ups, Fintechs, aumentadoron exponencialmente la demanda de perfiles tecnológicos.
En particular en:
Sin embargo, estos perfiles más demandados de la era digital, Inclusive abarcan a profesionales de carreras tradicionales, como abogados o contadores.
Ya que se están requiriendo ciertas habilidades IT y conocimientos en utilización de herramientas que van más allá de las clásicas que se utilizan en el día a día del profesional.
Esto significa que las empresas necesitan que las personas tengan experiencias multifuncionales.
Pero los perfiles tech no solo se caracterizan por su escasez, sino por la competitividad del mercado que busca atraerlos.
Hoy en día estamos viviendo una verdadera guerra por el talento. En un mercado fluido, hay más demanda que oferta, y a largo plazo, esto significa que la tendencia será ir por la mejor apuesta en lugar de ir por el mejor perfil para los roles.
Se necesita enfocar cada vez más en capacitar y en hacer crecer a nuestra gente.
La verdadera razón por la que la gente se une a una compañía es también la razón por la que se queda. La propuesta de valor debe estar en el centro de toda estrategia de atracciónde talento.
Además, en un mercado altamente competitivo donde predomina el desafío del crecimiento constante, las empresas ofrecen capacitaciones cada vez más disruptivas, ya que la formación es efectivamente un valor tanto para las compañías como para los talentos.
Por eso, para innovar hay que estar siempre monitoreando las nuevas tendencias, para fomentar la creatividad y el pensamiento estratégico.
En definitiva, capacitar a la gente significa brindar oportunidades para la movilidad interna y el crecimiento.
A una experiencia excepcional y el estímulo por el crecimiento constante se suma otro pila rclave, que parece simple, pero que las empresas observan cada vez más: el concepto de felicidad en el trabajo, o lo que se conoce como Job crafting.
¿Cómo acomodamos nuestro trabajo con lo que nos genera satisfacción en nuestra vida personal?
Mantener un equilibrio sano entre el bienestar laboral y personal de los colaboradores debe ser una prioridad para cualquier empleador.
El Job Crafting es un enfoque que se utiliza en las organizaciones para generar experiencias positivas, mantener motivados a los colaboradores, disminuir el stress, mejorar su compromiso y la satisfacción.
A través del Job Crafting los empleados pueden adaptar y acomodar tres aspectos de una función:
Además de esto, este enfoque mejora la productividad, atrae y fideliza el talento, sobre todo el talento joven, que tanto valora un ambiente de libertad, creatividad y autogestión.
Las nuevas generaciones buscan nuevos desafíos, nuevas experiencias, moverse por un propósito, así como un espacio para autorrealizarse, tanto en lo profesional como en lo personal.
*Por María del Cioppo, directora de Recursos Humanos de EY Global Delivery Services Argentina