Un detalle de la letra chica del congelamiento dictado el Gobierno durante pandemia de coronavirus pone en vilo a los tenedores de créditos y deuda UVA.

Frente a la toma de créditos UVA durante la gestión de Mauricio Macri, los deudores se enfrentaron a tener que cancelar sus cuotas en forma inmediata ante el congelamiento de las cuotas. Una salida fue la toma de "préstamo personal especial, sin tasa, ni ningún tipo de interés" que comenzaría a abonarse una vez culminado el pago del crédito original: en el caso de los créditos hipotecarios, se trata de más de dos décadas.

Pero el 31 de julio venció el plazo establecido por el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 767/2020, que fijó que hasta esa fecha "las cuotas de créditos hipotecarios que recaigan sobre inmuebles destinados a vivienda única y que se encuentren ocupados con el referido destino por la parte deudora o quienes la sucedan a título singular o universal y las cuotas de créditos prendarios actualizados por Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) no podrán superar el valor del esquema de convergencia".

Es por ello que los deudores que no pudieron abonar el nuevo pasivo tuvieron que aceptar el "préstamo personal especial en UVA", que está conformado por "la operación especial en pesos generada en cuotas iguales, mensuales y consecutivas, sin tasa, ni intereses, por la diferencia del congelamiento de abril a septiembre 2020, ambos meses inclusive, si la misma hubiese quedado impaga, y que se ha convertido en UVA según la cotización de la fecha de vencimiento de cada una de esas cuotas".

Asimismo dice que por "la diferencia generada en UVA entre octubre 2020 y enero 2021, ambos inclusive, entre la cuota pagada con la que se debería haber pagado realmente" y por "la diferencia generada en UVA entre febrero 2021 y julio 2022, ambos inclusive, entre la cuota que pagada según el cálculo establecido en el Esquema de Convergencia, con la que se debería haber pagado realmente".

Así, sin aún poder pagar el crédito anterior, tiene que enfrentar uno nuevo actualizable por inflación, cuyas cuotas "no podrán superar la cuota UVA original del préstamo".

 

El reclamo de los tenedores de créditos UVA es que no se actualicen por inflación, sino por el Coeficiente de Variación Salarial. Los proyectos en el Congreso aún no han llegado a buen puerto, más allá de lo que tratarían de hacer desde las comisiones de Finanzas y Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, presididas por Alicia Aparicio y Carlos Heller, o lo que presentó el radical mendocino Julio Cobos, quien en aquel momento había remarcado la "coincidencia entre la mayoría de los diputados para encontrar una solución", pero se había quejado de que no se logró traducir en un dictamen, indicó Noticias Argentinas.

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