Luego de un junio muy complicado para el Gobierno, el BCRA no tuvo otra que emitir billetes a full durante todo el mes para "tapar baches", algo que no será gratis y que tendrá consecuencias.

A su vez está la expectativa por la salida de Martín Guzmán y la llegada de Silvina Batakis al ministerio de economía. 

Según los datos que se brindaron hasta el 28 de junio, los tres principales motivos de emisión de pesos fueron: la asistencia al Tesoro con adelantos transitorios por $377.000 millones, los pagos de intereses (leliqs principalmente) $153.024 millones y  el ítem "otros" (donde se registra los pesos que utilizó para la compra de bonos en pesos) por $495.979 millones. 

La impresora no descansó durante junio

Por ventas de dólares se absorbieron $46.410 millones. En total estas fuentes de emisión de pesos sumaron $979.593 millones, es más del 10% de todos los pesos que circulan en la economía más los que retira el BCRA por intermedio de los pasivos remunerados (leliqs y pases), y eso sin contar los últimos dos días del mes.

En un contexto importante de desaceleración, todavía no se ven caídas grandes de actividad pero los números muestran que el país está lejos del crecimiento del 2021, y es sabido que si la actividad desacelera, la demanda de dinero lo acompaña. La combinación de pesos creciendo, nuevamente, por encima de la demanda de dinero impulsará la caída del valor del peso que no es otra cosa que más inflación y mayor valor del dólar libre.

La última vez en la que se vio un movimiento similar fue a fines del año pasado y ahí estuvo el origen de la aceleración inflacionaria del primer semestre que acaba de terminar. No es lo mismo emitir y retirar con leliqs o pases que no emitir, aunque el BCRA quiera absorber gran parte de ese dinero la velocidad de circulación del mismo hace que la efectividad de la herramienta no sea la misma que en otros momentos.

Como resultado de una mayor cantidad de pesos combinado con más cepo, la semana pasada se registró una suba en el dólar alternativo y registraron un aumento de entre 15% y 20%. Si bien este movimiento aún ubica a los dólares libres por debajo de la inflación en lo que va del año, lo que viene es un escenario preocupante. 

El segundo semestre de 2022: las mejores opciones de inversión

En un escenario en el que la inflación se desacelera en el segundo semestre hasta volver a valores mensuales por debajo de 3%, lo sucedido en junio lo cambia todo y habrá que ver el comportamiento del BCRA en este mes para determinar lo que suceda en esta segunda parte del año.

El daño podrá controlarse si el BCRA y el Tesoro logran revertir la desconfianza desatada y la entidad regulatoria vuelve a vender los bonos que compró retirando de esa manera los pesos emitidos. La inflación probablemente se sitúe en este año un escalón más arriba 60%-70% y el dólar seguirá su tendencia ascendente pero sin alejarse demasiado de la inflación.

El cepo que deja atrapado los pesos en el sistema juega a favor de este escenario. Hoy los inversores que pasaron de bonos CER o fondos de renta fija a fondos de money market pierden contra la inflación y eso no es sostenible en el tiempo. 

La inflación volverá acelerarse si las dudas sobre la deuda en pesos se mantienen y lo emitido se incorpora definitivamente a la economía. Sin embargo, esto ocurrirá desde un nivel más alto y las temidas 3 cifras ya no estarían tan lejanas, los inversores buscarán refugiarse en el dólar y la escasez junto a las restricciones provocarán un aumento del precio y de la brecha que ya se encuentra entre 84%-100%.

En el segundo semestre La inflación probablemente se sitúe en este año suba un 60% o 70%

La mirada del inversor

Desde la mirada del inversor los bonos parecen haber encontrado un piso: los de dólares por su bajo valor y los de pesos por la intervención del BCRA, que disminuyó hacia el fin de la semana. Los primeros siguen estando baratos y los segundos con una inflación que deja de desacelerar, y a estos precios, siguen siendo interesantes.

La mejor inversión del primer semestre fue el plazo fijo UVA que le ganó a la inflación en 0,5%  (es su razón de ser) pero también al dólar dado que medido en esa moneda a valor libre obtuvo una rentabilidad de 4.8%. El resto de los activos perdieron contra la inflación y contra el dólar. 

Para el comienzo del segundo semestre estos plazos fijos siguen siendo una buena opción por lo cual es bueno tener en la cartera un porcentaje de estos bonos que ajustan por inflación. Dicha cartera siempre conviene que sea diversificada y balanceada, con la vuelta del riesgo tipo de cambio el porcentaje en moneda extranjera no puede faltar y allí además de obligaciones negociables de empresas de primera línea con ingresos dolarizados los bonos siguen estando a precios muy tentadores.

Siempre es importante recordar que cada inversor tiene su perfil de riesgo y es recomendable asesorarse para saber cuáles son las mejores alternativas de inversión para cada uno, según un artículo de Cristian Buteler escrito en iProfesional.

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