El devenir de la pandemia y la virtualidad se convirtieron en factores que potenciaron el crecimiento de las carreras ligadas a la industria del software.
Sin dudas, en el último tiempo se incrementó el interés por propuestas de grado como Ingeniería Informática.
La carrera que hace referencia al procesamiento de datos, dado que la informática en definitiva se trata de eso; de poner a disposición de los empleados de una empresa, o de los usuarios en general, la información que le resulte útil para su trabajo o su vida cotidiana.
Cuando hablamos de datos, o de información, lo hacemos de manera muy genérica: datos pueden ser, desde las interacciones de una persona con un juego en el celular, hasta imágenes médicas que pueden ser analizadas por un sistema inteligente, pasando por miles de cosas más.
Prácticamente, toda acción puede generar contenido de información a partir de la interacción con la tecnología, y esa información puede ser procesada por los sistemas informáticos.
El corazón de estas carreras es una formación integral sobre el desarrollo de software.
El tema tiene diversas aristas porque hay distintos estilos -paradigmas- para programar, diferentes metodologías para crear software en gran escala.
Así como tecnologías para manejar los datos -en especial cuando se trata de grandes volúmenes de información-, y para asegurar la integridad y confidencialidad de esos datos.
En nuestro mundo muy interconectado es fundamental, por ejemplo, proteger los datos de ataques indebidos o accesos no permitidos. Hasta hace algunos años, primero se desarrollaba el software y luego se pensaba en la seguridad informática.
Hoy los equipos de seguridad informática forman parte del equipo de desarrollo. En la actualidad, las carreras se piensan en relación a su salida laboral, y la demanda de ingenieros informáticos es muy alta.
La Argentina cuenta con la particularidad de que sobra trabajo, es decir, hay más puestos de trabajo disponibles de los que se llegan a cubrir. Las estimaciones más modestas, afirman que anualmente hay 5.000 empleos que no se cubren, y por eso hay pleno empleo en el sector.
Es una formación que no tiene límites debido a que uno puede trabajar para una empresa del exterior con todos los beneficios que esto conlleva.
El principal desafío radica en conseguir personas altamente capacitadas y con capacidad de aprender.
Continuamente aparecen temas nuevos; un ejemplo entre muchos otros es el boom de la Inteligencia Artificial de los últimos años.
Como es esperable, las compañías quieren aprovechar este tipo de tecnologías para mejorar su rendimiento; el problema radica en conseguir profesionales que puedan desarrollar sistemas inteligentes y que, a su vez, estén en el último nivel de actualización de la tecnología.
*Por Mario Bolo, director de Ingeniería Informática del ITBA