Adam Neumann, cofundador de la startup WeWork, está detrás de una nueva iniciativa de criptomonedas llamada Flowcarbon.

La criptoempresa confirmó que obtuvo u$s70 millones de un grupo de inversores encabezado por Andreessen Horowitz.

Dana Gibber, directora ejecutiva de Flowcarbon, describe los esfuerzos del proyecto como un gran mecanismo financiero que ofrece un incentivo para reforestar, revivir y conservar la naturaleza.

Neumann es una figura polémica por su participación en WeWork en 2019, cuando se reveló que el negocio estaba perdiendo dinero.

En septiembre de 2019, WeWork presentó el formulario para una oferta pública inicial (IPO) de sus acciones y Neumann renunció como director ejecutivo. Fundó Flowcarbon junto con su esposa Rebekah, Dana Gibber, Ilan Stern y Carolina Klatt.

 

¿Cómo funciona Flowcarbon?

Neumann quiere colocar créditos de carbono en la blockchain. Sin embargo, simplificar la adquisición y el comercio de créditos de carbono hace poco para abordar la falla fundamental de los créditos y compensaciones de carbono.

La capacidad de comercializar un producto defectuoso más fácilmente no lo hace menos defectuoso.

No está claro precisamente cómo Flowcarbon haría que las compensaciones de carbono sean más efectivas o confiables.

La empresa también afirma que los créditos de carbono subyacentes a su token ya fueron validados, aunque no especifica cómo o si su mecanismo de verificación difiere del suministro actual de créditos de carbono.

Intentando aprovechar el colapso inmobiliario que hubo tras una gran recesión en los Estados Unidos, Neumann fundó WeWork en 2010 y comenzó a alquilar espacios de oficina modestos a pequeñas empresas y contratistas. Al final, mucha gente argumentó que esta estrategia era una apuesta que no valdría la pena.

 

¿Por qué Neumann apuesta a este tipo de criptomonedas?

La nueva empresa de Neumann encaja perfectamente en la categoría de inversiones especulativas.

Una herramienta basada en blockchain para monitorear los créditos de carbono no es completamente inútil. Es muy posible pensar que otras naciones instalarán o extenderán esquemas de créditos de carbono en la próxima década o más, y este es el tipo de situación internacional en la que una blockchain sin permisos puede ser beneficiosa, al menos en la superficie.

Allegory Labs, RSE Ventures, Sam y Ashley Levinson, RSE Ventures, Kevin Turen e Invesco Private Capital participaron en la ronda de inversión de Flowcarbon.

Box Group, Celo Foundation y Fifth Wall hicieron apuestas en la subasta de tokens.

Según la descripción general del sitio web de Flowcarbon, el propósito es hacer que el crédito de carbono sea opcional y, al mismo tiempo, aumentar la transparencia, la liquidez y la accesibilidad, según informó el sitio Coinquora.

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