La popularidad de las criptomonedas, con Bitcoin (BTC) a la cabeza, continúa en alza en todo el planeta y la Argentina no es la excepción, gracias a la posibilidad que brindan estos activos digitales para escapar a la debilidad del peso.
Pero además de ser un refugio de valor, también se posicionan como un medio de pago para operaciones diarias, tal como lo demuestra un estudio elaborado por la plataforma de pagos con criptos CoinsPaid.
El relevamiento refleja que el 65% de los argentinos está dispuesto a utilizarlas para abonar diferentes transacciones, como la compra de tecnología (computadores y teléfonos inteligentes, los más escogidos).
Los más de 1.500 encuestados priorizan el aspecto de la regulación y la información sobre las promociones, descuentos y servicios exclusivos que pudieran ofrecer los negocios que acepten estos activos digitales.
"Las compras en criptomonedas, como Bitcoin, obviamente aumentan cuando su propio valor es estable, pero la tendencia es clara. Entre diciembre de 2020 y enero de 2022, las transacciones en cripto ascendieron a u$s1,8 billones, lo que supone una cantidad enorme para la actividad minorista. Además ilustra la importancia de que las empresas acepten los pagos en moneda digital", resaltó Rafael Brunacci, Gerente de Desarrollo de Negocios de CoinsPaid en América Latina.
Argentina dio los primeros pasos para dar el soporte legal y de seguridad que los usuarios reclaman en el mercado de las criptomonedas.
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires autorizó el pago de impuestos con criptomonedas a través de plataformas de compra y venta de divisas virtuales y abrió sus puertas a la tecnología blockchain.
Por su parte, el Senado aprobó y giró a la Cámara de Diputados, sin respaldo de la oposición, un proyecto de ley del oficialismo que crea un Fondo Nacional para la Cancelación de la Deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con dinero fugado al exterior de manera irregular.
Como adelantó iProUP hace algunas semanas, este proyecto no sólo abarca a cuentas bancarias, propiedades e instrumentos financieros, también hace referencia a "cripto activos" en el artículo 7.
En definitiva, un "blanqueo cripto" que puede contar con la ayuda del propio FMI para detectar a los evasores argentinos.
Dado el carácter universal de las criptomonedas, con registro público (blockchain) distribuido por el mundo, toda divisa digital está basada en el exterior o en el país.
Además, la descentralización (especialmente, la geográfica) de Bitcoin y otros activos digitales dificulta conocer si fue comprada a un "minero" que la generó en el país o en el extranjero.
Los expertos aseguran que el proyecto tiene pocas chances de ser aprobado, ya que debería haber entrado en Diputados en lugar de Senadores.
En el sector cripto reina el silencio. Esperan que la oposición trabe su promulgación. "Aunque nunca falta un Lipovetsky", ironizó un empresario de la industria, en relación al diputado de Juntos por el Cambio que se "desmarcó" de su bloque y cooperó con la media sanción de la Ley de Alquileres propuesta por el kirchnerismo.
Lo cierto es que el Gobierno ensayará diferentes maneras para regular las criptomonedas, ante los dos proyectos de ley que se freezaron en la Cámara baja. Y en sintonía con la visión del FMI que busca que estos activos no avancen hasta encontrar un monitoreo similar al de las cuentas bancarias.