Tras alcanzar máximos históricos (ATH) por encima de los u$s68.500 por unidad hace varios meses, el precio del Bitcoin (BTC) y el resto de las criptomonedas sufrió un estrepitoso derrumbe, que se llevó por delante al mercado entero desde comienzos de año, un golpe del cual todavía no se recuperan.
El ecosistema pasó de una capitalización de mercado de u$s2.8 billones en noviembre de 2021 a un mínimo de 1,7 billones apenas dos meses después en enero de 2022, según cifras de Coinmarketcap.
El rally bajista que sufre el sector impactó con más fuerza en las empresas con exposición a estos activos, que registran derrumbes de hasta el 80% en lo que va del año.
El alza en los tipos de interés para hacerle frente a la inflación que escala en muchos países, o el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania son solo algunos de los tantos factores que explican el derrumbe de la industria.
Bitcoin, considerada la cripto por excelencia del rubro, cayó un 16,8% desde enero. Otras ampliamente utilizadas como Ether (ETH) y Solana (SOL) cayeron un 22,9% y un 45,2% respectivamente.
Dados estos recortes que sufrieron los criptoactivos, las compañías que conforman el sector o con alta exposición a él, estan siendo las más castigadas.
El mercado, y la especulación generada a su alrededor, terminó por situar a firmas dedicadas a la minería de criptomonedas (es decir, a la extracción y generación de estas) en el ojo del huracán, por ejemplo.
Una de las tantas en el rubro es Terawulf, que sufrió un desplome de sus acciones de casi el 78% desde enero. Se trata de una empresa proveedora de granjas de minado cripto "sustentables" que emplea hasta el 90% de su producción en emisiones netas de carbono y que tiene entre sus accionistas a la actriz estadounidense Gwyneth Paltrow.
Le siguen otras mineras como Riot Blockchain, que retrocedió también un 50,8% en 2022, mientras que Marathon Digital cayó un 49,1% y Core Scientific bajó hasta un 44%, afectadas por el fuerte repunte de los precios energéticos y por la caída del volumen de transacciones.
Ni siquiera una de las principales plataformas de intercambio de criptomonedas se escapa de las fuertes caídas: Coinbase se hundió un 51,4% en 2022.
El exchange se vio beneficiado en 2020 y 2021 por el fuerte interés de los inversores retail por esta clase de activos. En España el volumen de transacciones alcanzó los u$s65.000 millones el año pasado, según datos del Banco de España.
Un impulso que el exchange aprovechó para salir a Bolsa buscando expandir más su negocio. Sin embargo, desde entonces, su valor se contrajó hasta un 53%.
Analistas del JP Morgan remarcaron que la desaceleración en los volúmenes de negociación de las criptodivisas no vislumbran una recuperación a corto plazo, lo que podría provocar que sus caídas en el año aumenten.