Generación Zoe, empresa que este viernes 18 de febrero fue allanada en Córdoba, es una organización que opera desde hace cinco años y se presenta formalmente como una compañía de coaching y liderazgo. Además, la firma ofrece paquetes educativos y hasta criptomonedas. Leonardo Cositorto, actualmente bajo la lupa de la Justicia, es el líder de esta organización.

¿Cómo opera Generación Zoe? 

La principal forma de atraer clientes es a través de la firma de un contrato a cambio de servicios de coaching ontológico, espiritual, y educación financiera en la empresa.

En caso de sumarse a la organización, los socios invierten sus dólares y reciben una renta mensualGeneración Zoe promete que esta renta está por encima de los beneficios que suelen dejar otro tipo de inversiones.

Según el sistema de la organización, el inversor hace un aporte de u$s2.000, por ejemplo. Esta suma queda inmovilizada por un año, tras lo cual el socio cobra el u$s7,5% todos los meses. 

Más detalles

Para agrandar la base de clientes, desde Zoe aseguran que esa ganancia garantizada puede crecer si la persona presenta dos, tres o más "inversionistas" a la red. Para que estas estafas piramidales funcionen es necesario invitar personas para subir al siguiente nivel y así acceder a mayores retornos de inversión.

Sin embargo, el problema que se genera es que todo el tiempo es necesario sumar nuevos socios para no ser estafado. Cada vez que alguien sube de nivel, otras personas -y su inversión- se incorporan debajo a la espera de subir también al siguiente nivel.

Una vez que la base de la pirámide ya es demasiado grande, la cadena se rompe y la mayoría de los participantes pierde todo, hasta el dinero que invirtió al ingresar a la red.

Ese sistema de estafa piramidal fue el primer indicio para que la Justicia empezara a investigar el negocio tras una denuncia de la ONG Argentina Bitcoin ante la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac).

Esa denuncia fue por "posible comisión de los delitos de estafa, captación de ahorro público no autorizado y manipulación del mercado". Y estableció "la posible comisión de los delitos tipificados en los arts. 172, 309 y 310 del Código Penal de la Nación". Imputa "en virtud de la complejidad de los hechos a todo aquel que sea penalmente responsable por los delitos contra la propiedad y contra el orden económico señalados".

Previamente, la Comisión Nacional de Valores (CNV) también le inició un sumario administrativo a la empresa y a Cositorto por "la posible realización de oferta pública e intermediación irregular en el mercado de capitales". Estos hechos se suman a los inconvenientes que también tuvo la organización en el mercado paraguayo.

Zoe sumó algunas unidades de negocios en los últimos meses:

Según el propio Cositorto, el holding ZOE tiene presencia en 17 países, mantiene activas unas 65 oficinas y cuenta con 85.000 miembros.

​¿Quién es Cositorto?

El empresario, fundador de la Generación Zoe y ahora con pedido de captura, se presenta formalmente como "coach".

Trabajó en esa función en el club de fútbol Deportivo Español de Buenos Aires y desde ahí se hizo famoso cuando, en octubre del año pasado, anunció que los jugadores de ese club cobrarían parte del sueldo con la criptomoneda Zoe Cash, una especie de bono extra para motivar a los jugadores después de cada partido.

 

A partir de ahí, el empresario adquirió una alta exposición en los medios de comunicación, En diversas entrevistas se defendió de las acusaciones a Organización Zeo al remarcar que "es mentira que sea una estafa".

"Una persona que estafa se va. Nosotros abrimos 79 sucursales y no tenemos un modelo piramidal porque esa clase de modelos no duran más que seis meses o un año. Están buscando voltearnos", reiteró en más de una ocasión.

Cositorto también se presenta como ministro de un culto, lo cual explica que, en paralelo, la organización haya creado su propia iglesia: Aviva Zoe.

Curiosamente, el empresario es simplemente un monotributista clase A en la Argentina, y cuando se le pide explicaciones por eso, argumenta que desde hace 15 años vive entre Bogotá, Medellín y Lima, aunque nunca dejó de realizar aportes a la AFIP

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