Bitcoin (BTC) cierra una nueva semana a la baja, con un valor por debajo de los u$s42.000 por unidad y un retroceso acumulado en los últimos siete días de 11%.
Esta caída en picada de BTC repercute en las demás criptomonedas, que también sufren fuertes pérdidas en sus cotizaciones.
Lógicamente, esta devaluación en su precio llevó a miles de usuarios a escapar de su volatilidad y mal vender sus posiciones con fuertes mermas, acción aprovechada por los grandes jugadores que engrosaron sus posiciones por menos dólares.
Los especialistas señalan dos factores claves para explicar la caída en la cotización de Bitcoin: las decisiones económicas de una potencia y los conflictos internos de "la locomotora de Asia central".
El primero de estos puntos hace referencia a La Junta de la Reserva Federal (FED) y sus anuncios referentes a la tasa de interés del dólar, lo cual afecta a las alternativas de inversión como las criptomonedas.
El segundo motivo está relacionado con la crisis interna que atraviesa Kazajistán, uno de los países con mayor minería cripto luego de las prohibiciones implementadas por China a mediados del año pasado.
Con manifestaciones y disturbios por las principales ciudades, la actividad bajó bruscamente sus registros.
Con un crecimiento del 1.200 % en los últimos días, la criptomoneda uruguaya Ferret Token atraviesa un presente mejor que Bitcoin y busca expandirse dentro del país y mira hacia Latinoamérica, donde, sostienen sus desarrolladores, hay "un escenario ideal para desarrollar este tipo de tecnología".
Ferret emitió 500 millones de monedas y, por el contrato inteligente con el cual se creó en la cadena de bloques, ya no puede emitir más. Además, indicó que tiene una política de quemado.
Desde la empresa InBierto, firma charrúa relacionada con este token, los usuarios podrán, por medio de Ferret, "tener una reserva de valor real" con una cripto con una política económica "que le permite tener muchas ventajas al usuario".