La movilidad urbana se reconfiguró a partir de la pandemia. Por temor al contagio en los medios de transporte, las personas prefirieron caminar, andar en bicicleta, usar monopatín o sacar el auto a la calle. En las fases del aislamiento (ASPO) y distanciamiento (DISPO), la circulación general en la Ciudad de Buenos Aires descendió al 53%.

El transporte público marcó el descenso más marcado, el uso del auto particular ganó participación, pero la bici fue la gran protagonista del año, indican a iProUP desde la Secretaría de Transporte porteña.

Si bien muchos de estos nuevos hábitos llegaron para quedarse, con el calendario de vacunación completo, con la vuelta a las oficinas y de las actividades recreativas, se retomaron viejas prácticas de movilidad. Los colectivos comenzaron a circular con más gente y por las calles porteñas hay hasta congestión de autos particulares. Pero conseguir un taxi libre es cada vez más complicado.

¿Hay menos taxis en la ciudad?

Desde la Secretaría de Transporte porteña señalan que hasta el 23 de diciembre se renovaron 32.735 licencias. "Aunque el padrón histórico tiene 38.000, no implica que ese mismo total de autos se haya habilitado. Cada año se actualiza una cantidad determinada, que no necesariamente es la del padrón", remarcan.

Alberto Rodríguez, secretario de la Asociación de Taxistas de la Capital, revela a iProUP que no se actualizaron cerca del 15% de licencias. El dirigente reconoce que efectivamente hay menos taxis en la ciudad, porque están circulando unos 24.000 de los 30.000 registrados. Las causas, explica, son multifactoriales.

La primera tiene que ver con el incremento de pedidos de viaje que se dio en los últimos tres o cuatros meses. "Cuando la demanda no era la actual, nadie se daba cuenta de eso. Uber subió los precios y la gente empezó a mirar a los taxis otra vez", indica Rodríguez.

Además, la crisis económica que trajo la pandemia hizo que muchos choferes mayores se quedaran en sus casas, mientras que otros, con autos de más de siete años, no pudieron mandarlos al taller ni cambiarlos por un modelo más nuevo.

La cantidad de taxis descendió 15% y gran parte de ellos están en las apps

"La crisis fue tremenda para nosotros y el Gobierno de la Ciudad no nos dio nada. Muchos compañeros se quedaron en sus casas porque tienen una pequeña jubilación o encontraron una changuita. Guardaron el coche en el garage y ni siquiera pagaron el seguro para no tener ese gasto", añade.

Para Rodríguez, la irrupción de las apps de transporte sigue siendo una de las principales dificultades que los taxistas deben afrontar a diario. En su visión, ingresaron sin respetar las leyes de transporte público; no pagan impuestos ni en la Ciudad ni a nivel nacional; no cumplen con las leyes laborales ni reconocen a sus conductores como trabajadores.

"Estamos peleando contra una multinacional como Uber, un enemigo muy poderoso que quiere monopolizar el servicio de transporte de pasajeros. Estamos luchando desde hace ya seis años y realmente nos ha hecho mucho daño", explica.

En este sentido, agrega que estas empresas entraron al país haciendo dumping, ofreciendo promociones, tarifas baratas, viajes gratis y, una vez que se apoderaron del mercado, comenzaron a aplicar precios de monopolio.

¿Cómo les va a las aplicaciones?

Mientras que en las calles de Buenos Aires, golpeados por la crisis y la competencia, circulan unos 14.500 taxis menos, las aplicaciones de viaje parecen correr con mejor suerte.

En diciembre, Cabify vio incrementada en un 30% su demanda en relación a noviembre. Diego Céspedes, Head de Cabify para Argentina, Uruguay y México, confía a iProUP que este crecimiento se debe a un factor estacional, a una mayor movilidad los fines de semana, y no descarta que un componente adicional pueda ser el aumento del 30% que sufrieron las tarifas de taxi en CABA.

La compañía, que ya triplicó la facturación del año 2020, proyecta poner el foco en el reclutamiento de choferes. "Nuestra prioridad es seguir sumando conductores. Si bien la incorporación viene creciendo a un ritmo del 15 o 20% mensual, no alcanza para satisfacer la demanda", revela.

Los choferes de Cabify ganan en promedio $1.000 por hora trabajada y pueden reunir hasta $180.000 mensuales. En el Conurbano, la comisión por viaje es de 12,5% y en CABA del 25%. En ese sentido, que la demanda crezca más que la oferta, mejora todavía más el nivel de ingreso de los conductores.

"Esto está generando un boca a boca que deriva en que más conductores empiecen a trabajar con aplicaciones. En Cabify tenemos la retención más alta de la industria porque ofrecemos una propuesta de valor fuerte en términos de seguridad y un programa de beneficios, Cabify Plus, en el que los choferes que cumplen determinadas metas pagan menos comisión", explica Céspedes.

La compañía proyecta duplicar su facturación en 2022 y desembarcar en cinco u ocho nuevas ciudades

Los porteños volvieron a buscar los taxis tras la suba de precios de Uber y apps similares

Al contrario de lo sucedido con los taxis, en el caso de Uber la pandemia disparó fuertemente la demanda. Por un lado, los pasajeros encontraron en la app una alternativa segura para moverse, mientras que cerca de un millón de personas enviaron su solicitud para trabajar como conductores.

La app supera los dos millones de usuarios activos por mes y tiene más de 75.000 personas que generan ingresos. Pagan 25% de comisión y obtienen $1.200 por hora manejando con Uber. Más aún, para más del 60% es su principal entrada de dinero.

En noviembre 2020 la compañía lanzó Uber Taxi, para que choferes de Buenos Aires y el área metropolitana también puedan solicitar viajes a través de la aplicación. Para tentar a los taxistas, ofreció una suma excepcional de $10.000 para los que se registraran hasta el 30 de noviembre y $5.000 para quienes lo hicieran después y hubiesen realizado al menos 10 viajes.

En el marco del conflicto que Uber y taxistas mantienen desde el desembarco de la primera en el país, la maniobra puede leerse como un gesto de conciliación o una "mojada de oreja". Lo cierto es que, desde entonces, la aplicación reclutó entre sus filas a cerca de 5.000 taxistas.

Desde la compañía aseguran a iProUP: "La app les permite acceder a más de dos millones de usuarios y contar con todas las herramientas de seguridad, como botón directo al 911, compartir el viaje y grabar el audio del trayecto en caso de una situación incómoda, entre otras, además de los seguros por responsabilidad civil y accidentes personales a través de SURA".

Además, remarcan que "cuando el taxista está en un tiempo ocioso buscando pasajeros por la vía pública, Uber se convierte en una entrada adicional para nuevos viajes".

Salvo Cabify, que no trabaja con taxistas en la ciudad, tanto DiDi, como Beat también ofrecen la posibilidad de que los choferes tomen viajes. Probablemente, eso también contribuye a que haya menos taxis en la calle.

En ese sentido, desde la Secretaría de Transporte agregan que "lo que estamos comenzando a observar es un cambio en la dinámica de trabajo de los taxistas. Los conductores trabajan más con aplicaciones para captar clientes y no tanto con los viajes tomados en vía pública".

¿Quién es más caro?

Uno de los argumentos en la pelea entre taxis y aplicaciones es que la tarifa del otro es la más cara del mercado. Pero, ¿qué conviene más en términos de precio al viajar? Los taxis aumentaron sus tarifas en diciembre, a saber:

A diferencia de las apps, el valor del taxi es más o menos estable. Si bien puede variar en función del tráfico, no juega el componente de alta demanda que pueda incrementar notablemente el precio de un trayecto según el día, la hora y el origen.

En ese sentido, desde la Secretaría de Transporte advierten que las tarifas de las apps no son reguladas por el Estado. Por el contrario, las define el propio mercado, las diferentes opciones de movilidad que existen y los costos que implica brindar el servicio.

"Con la aplicación, el precio es bastante inestable. Por ejemplo, ahora que la demanda está tan fuerte puede ser bastante cambiante. También es una forma de incentivar a que más conductores se conecten y puedan garantizar el mejor servicio", explica Céspedes.

Las tarifas más caras suelen encontrarse en las hora pico: 8 o 9 de la mañana y 17 o 18, de lunes a viernes; y en la noche los fines de semana. En promedio, son hasta 30% más caras que en los horarios de media mañana o media tarde, pero con el componente de alta demanda pueden dispararse 150%.

El precio del taxi suele ser más estable debido a los horarios de alta demanda de las apps que dispara importes 150%

Desde Uber aclaran que, ante esta variabilidad tarifaria, la ventaja es que la tecnología permite que el usuario que pide un viaje pueda ver con anterioridad lo que va a abonar. Además, se le posibilita la elección de qué opción de movilidad le resulta más conveniente: habrá momentos en los que UberX puede ser más económico y otras en los que Uber Taxi.

Mientras que con la opción de UberX Promo, los pasajeros pueden efectuar viajes más económicos en horarios de baja demanda y, en caso de compartir el viaje con otro usuario, elegir la opción de dividir el pago con la función disponible en la app.

Para comparar las tarifas tanto en taxi como en las diferentes aplicaciones se tomaron tres distancias, en el mismo día y la misma hora.

- Aeroparque porteño hasta Aeropuerto de Ezeiza:

- Plaza Miserere a Corrientes y Callao:

- Plaza Italia a Terminal de Retiro:

La movilidad en la ciudad cambia al ritmo de la tecnología. Crece la oferta de aplicaciones y la competencia entre todos se recrudece. Habrá que ver cómo evoluciona y si los taxis finalmente logran sumarse a la propuesta de las apps para no ser devorados por ellas.

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