Los xenobots son biorobots milimétricos creados a partir de células de rana. El mismo equipo que los creó descubrió una nueva forma de reproducción biológica para que puedan autorreplicarse.

En 2020 los equipos de las universidades de Vermont, Tufts y Harvard dieron a conocer los primeros xenobots ensamblados desde células de rana y ahora han realizado este progreso.

Del modelo de la izquierda nació la célula viviente de la derecha (Douglas Blackiston y Sam Kriegman).

Los científicos descubrieron que estos organismos diseñados por computadora y ensamblados a mano pueden nadar en una placa de petri, encontrar células individuales y reunir cientos de ellas.

El xenobot con forma de Pac-Man mantiene esas células dentro de la "boca" y es capaz de ensamblar en ella "bebés", que unos días después se convierten en nuevos xenobots, los cuales pueden salir, encontrar células y construir copias de sí mismos una y otra vez.

Según el codirector del proyecto Joshua Bongard, informático y experto en robótica de la Universidad de Vermont, si tienen un diseño adecuado los xenobots se autorreplican espontáneamente.

"Hacen algo asombroso"

Aunque las células tienen el genoma de una rana, al ser "liberadas de convertirse en renacuajos, usan su inteligencia colectiva, una plasticidad, para hacer algo asombroso", agregó Lavin.

San Kriegman, autor principal de la investigación, explicó que, por sí solo, el xenobot progenitor está compuesto por unas 3.000 células que forman una esfera. "Estas pueden hacer hijos, pero después el sistema normalmente se extingue. En realidad, es muy difícil conseguir que el sistema siga reproduciéndose", agregó.

Sin embargo, gracias a un programa de inteligencia artificial, un algoritmo evolutivo fue capaz de probar miles de millones de formas corporales en simulación (triángulos, cuadrados, pirámides, estrellas de mar) para encontrar las que permitían a las células ser más efectivas en la replicación "cinemática", basada en el movimiento, de la que trata la nueva investigación.

Los científicos pidieron a la supercomputadora cómo ajustar la forma inicial del progenitor y tras meses de trabajo dio con varios diseños. Uno de ellos que se parecía a un Pac-Man fue la forma final con la que se construyó el xenobot, desarrollando así la parte biológica del estudio.

La replicación cinemática es bien conocida a nivel de moléculas, según los autores, pero nunca se había observado a escala de células u organismos completos. Algunas personas pueden reaccionar con preocupación ante la noción de una biotecnología autorreplicante, pero los investigadores explican que su objetivo es una comprensión más profunda de la propiedad de la replicación. El mundo y las tecnologías están cambiando rápidamente. Es importante, para la sociedad en su conjunto, que estudiemos y comprendamos cómo funciona", indicó Bongard.

Según el científico estas máquinas vivientes de tamaño milimétrico, "contenidas por completo en un laboratorio, fácilmente extinguibles y examinadas por expertos en ética" no son causa de preocupación, porque lo que es realmente un riesgo es la próxima pandemia, la aceleración del daño a los ecosistemas o la intensificación de las amenazas por el cambio climático, indicó según un artículo de Clarín.

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