Todo parece indicar que para fines de año 600.000 comercios en los Estados Unidos podrán comenzar a aceptar pagos con bitcoin (BTC) y otras criptomonedas, tras la asociación de BitPay y Verifone. Estas son plataformas de pago con BTC y dinero fíat (moneda local).

El documento indica que  la nueva solución permitirá a los comerciantes  "ampliar su base de clientes y promover la aceptación de las criptomonedas mientras están protegidos de la volatilidad de precios del mercado de criptoactivos".

Estados Unidos y Bitcoin, una relación complicada

En ese sentido, explicaron que la alianza de BitPay y Verifone, lo que va a permitir, es que, una vez hecha la compra con criptomonedas, los fondos sean transferidos a la cuenta bancaria del comercio en dinero fíat a través de Verifone, una vez que BitPay haya aprobado la transacción.

Adicionalmente, los comercios que empleen esta nueva herramienta no tendrán la necesidad de estar registrados en BitPay.

Voces a favor y en contra

Mientras tanto, esta semana el gobierno de los Estados Unidos continúa su marcha en las fases de desarrollo de pautas regulatorias para las criptomonedas.

El gobierno del presidente Joe Biden nombrará a la abogada y exasesora política Saule Omarova para dirigir la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC, por sus siglas en inglés), la entidad encargada de supervisar al sector bancario de los Estados Unidos.

¿Qué pasará con su uso?

En el pasado, la profesora de derecho critico el uso de las criptomonedas y defendió que el gobierno tenga un papel mucho mayor en la banca tradicional, y en una ocasión prometió "acabar con la banca tal y como la conocemos", mientras que caracterizó las monedas digitales como "algo que beneficia principalmente al sistema financiero disfuncional que ya tenemos".

De acuerdo a un informe reciente de Bloomberg que cita tres fuentes anónimas "familiarizadas con el proceso de nominación", Omarova podría ser nominada en los próximos días.

Desde el entorno de Omarova, se estima que haya una mayor regulación con las criptomonedas, ya que describió al sector como una amenaza para la estabilidad de la economía y propicio para el abuso de las grandes empresas financieras privadas.

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